LA ESTRATEGIA DA UN INESPERADO TRIUNFO A FERRARI CON LECLERC MIENTRAS McLAREN SE PEGA UN TIRO EN EL PIE

La imagen del G.P. de Italia: Leclerc aclamado por los «tifossi»

La Fórmula 1 es una competición de velocidad, de caballos, de aerodinámica, de manos de piloto… pero desde hace mucho tiempo, demasiado, es una carrera de estrategia. Y gracias a ello, a la táctica, al recurso, muchas veces a la desesperada, de hacer «lo contrario» que los favoritos, Ferrari logró, con Charles Leclerc, un triunfo agónico e inesperado pero sobre todo brutal.

Al margen de la estrategia de Ferrari, la carrera de Leclerc fue brutal

Una parada de menos para una victoria de más

No está siendo, de nuevo, un gran año de Ferrari, que al contrario que los últimos Mundiales, ni siquiera empezó bien, siempre a la sombra de Red Bull, pero luego también, como está ahora mismo, por detrás de McLaren e incluso de Mercedes en algunas carreras. Y llegaba Monza, ocho carreras después del último triunfo rojo, también con Leclerc en Mónaco, y otras cinco sin ni siquiera subir al podio, tras el tercero de Sainz en Hungría. Pero como, por fortuna, el Gran Circo todavía da alguna que otra sorpresa, y cuando los de Maranello salían cuarto y quinto en parrilla, sucedió el milagro: la decisión de Ferrari de ir a una sola parada tanto con Charles como con Carlos le ha dado una victoria tan inesperada como celebrada por los «tiffosi» que, irreductibles, siguen animando sin parar a una escuadra que, recordemos, ganó su último Mundial de pilotos con un tal Kimi Raikkonen allá por 2007 (victoria gracias a la guerra civil Alonso-Hamilton en McLaren).

Piastri se quedó con cara de australiano tonto al perder una carrera que tenía ganada

McLaren, el mejor equipo… hasta en el mal rollito

Y el gran damnificado: McLaren. Por múltiples razones. Primero, por no dar órdenes de equipo, como hacen todos, para que Norris pudiera seguir teniendo opciones de ganar el Mundial a Verstappen, ahora que ya está más que confirmado el «sorpasso» papaya a toda la parrilla, y el bajonazo de Red Bull, que ya está por detrás de McLaren e incluso de Ferrari y de Mercedes. Tras lograr la pole el sábado, Lando Norris, el único que le puede discutir el campeonato a Verstappen, fue el primer sorprendido al ser pasado como una exhalación… por su compañero de equipo, el australiano Piastri. Si las cosas siguen igual que los últimos Grandes Premios, quién dice que Lando pudo perder este Mundial con este «fuego amigo».

El Top10 del G.P. de Italia… sin Fernando Alonso

Y segundo, la estrategia papaya. Piastri dejó claro, tras este adelantamiento, que iba a por todas para lograr su segundo triunfo en F1, y que le importaba un bledo que su compañero pueda ser aún campeón mundial. Se sintió fuerte, cogió una ventaja suficiente y se convirtió en el líder sólido de la carrera. Hasta que, en la segunda mitad del Gran Premio de Italia, a los estrategas de McLaren les dio un ataque de «genialidad». Aunque históricamente Monza es circuito de una sola parada, en McLaren decidieron seguir, con muy poca personalidad, las estrategias de otros equipos, y decidieron meter a Piastri, como habían hecho poco antes con Norris, a hacer un segundo cambio de neumáticos para protegerse de una supuesta estrategia de Ferrari si pensaban hacer lo mismo. Pero en el box rojo vieron el cielo abierto, estaba claro que, a igualdad de estrategias, el McLaren es mucho más coche ahora mismo que el Ferrari, por lo que tiraron «p’alante», y que fuera lo que San Enzo Ferrari quisiera.

Sainz, el día de su 30º cumpleaños, no pudo subir al podio

Y fue. Aunque la estrategia de no parar no le valió a Sainz, que vio cómo le pasaban los dos McLaren a pesar de tener una parada más, hicieron una jugada maestra con Leclerc (que no en vano le sacaba diez segundos al madrileño), y aunque por solo dos segundos… el monegasco cruzó la línea de meta antes que Piastri, que no podía ocultar su frustración, porque no solo perdió una carrera que tenía ganada, sino porque el mal rollito que ha generado en el equipo con su adelantamiento a Norris no será fácil de superar.

Norris perdió la carrera en la salida… y seguramente el Mundial

Norris no merece ser campeón

Tercero fue Norris, que ocultaba su cara de canelo bajo el casco, porque cuando bien podía haber descontado hasta 17 puntos la desventaja de 70 que tenía con Verstappen antes de comenzar el Gran Premio, al final solo han sido seis los que ha ganado, por lo que sigue a un mundo de 64 puntos del neerlandés, o sea, dos carreras y media, con tan solo ocho Grandes Premios por disputarse. Aunque, todo hay que decirlo, tampoco es que Norris esté haciendo mucho por ganar el Mundial cuando tan solo ha ganado dos carreras (las mismas que Leclerc o Hamilton), mientras Verstappen ha visto hasta siete banderas a cuadros en primera posición.

A Verstappen ya solo le queda aguantar el «chaparrón» papaya hasta el final del Mundial

A Verstappen ya solo le queda el «partido a partido»

Pero todas estas nubes no deben ocultar el cielo «estrellado» de Verstappen y Red Bull, que han acabado de confirmar en Monza que vuelven a ser terrenales. Seis son ya las carreras consecutivas que no gana «Mad Max», que ya tiene claro que lo que tiene que hacer en las ocho carreras que restan es administrar su (todavía gigante) ventaja de 64 puntos con Lando Norris. Ni en clasificación ni en carrera, la sexta posición de Verstappen, que le deja por detrás de McLaren y de Ferrari, y más o menos igual que Mercedes, hace concebir esperanzas de que, a lo mejor, el Mundial 2025 es mucho más emocionante que los tres últimos. A «Checo» Pérez, por cierto, ni está ni se le espera en Red Bull.

Lo de Alonso ya es simplemente «navegar» por los circuitos hasta la próxima temporada

El triste declive de Aston Martin

Y en cuanto a los españoles, como ya hemos dicho Sainz salió quinto y terminó cuarto, en una actuación buena, pero no espectacular. Pero lo reseñable, de nuevo, es el triste undécimo puesto de Fernando Alonso, que ya es incapaz de llevar ni siquiera a los puntos a un decepcionante Aston Martin. Qué lejos queda ya esa primera mitad de la temporada pasada en la que estábamos todos tan crecidos con la «vuelta» del asturiano a los puestos altos de las parrillas y de las clasificaciones. Una vez más, habrá que esperar al año que viene a ver si se materializa el fichaje del «mago de la aerodinámica» Adrian Newey por los verdeoscuros, y volvemos a ver de nuevo al asturiano donde merece.

Hamilton, en la que será su «casa» a partir del año que viene

Mercedes volvió a defraudar, con un Russell que, por quererlo todo se llevó la nada (séptimo) tras salirse en la primera curva desde la tercera posición en parrilla. Y Hamilton, que corría por última vez en Monza como «rival», con una gris quinta plaza, aunque al menos fue mejor que Verstappen. Próxima parada, Azerbayán.