«TELL LAURA I LOVE HER», LA BALADA SOBRE RUEDAS MÁS ROMÁNTICA… Y TRÁGICA
En la ‘Semana del Amor’ que vivimos con la celebración el otro día de San Valentín recordamos la que, seguramente, es la canción de amor, con coches de por medio, más romántica, más trágica y a la vez más surrealista: «Tell Laura I love her» (Ray Peterson, 1960).
A comienzos de la década que vivió la mayor revolución en la historia de la música, los años sesenta (Elvis ya ocupaba su trono de rey del rock y estaban a punto de llegar los Beatles) hubo un subgénero que lo «petó» en las listas de todo el mundo: las llamadas «Teenage Tragedy Song», o sea, canciones trágicas adolescentes.
La triste historia de Tommy y Laura en VUELTA RÁPIDA GT
La reina de este subgénero es sin duda «Tell Laura I love her», una canción compuesta por Jeff Barry y Ben Raleigh, e interpretada por Ray Peterson en 1960. La letra narra una historia de amor con el peor final, la muerte, cuando un chaval llamado Tommy, profundamente enamorado de su novia, Laura, quiere comprarle un anillo de bodas, pero no tiene dinero. Hasta que ve un cartel que anuncia una carrera de coches, las llamadas «Stock Car Races» de la Norteamérica profunda, en la que el premio al ganador es de mil dólares.
Dicho y hecho, Tommy ni se lo piensa, intenta decírselo a Laura por teléfono, pero como no la localiza, el enamorado le dice a su propia madre que le diga a Laura que la ama, y que tiene que hacer algo «que no puede esperar».
Pero lo que le espera es la Bicha. Novato en este tipo de competición, Tommy es el piloto más joven que toma lugar en la carrera. Y apenas se han dado unas vueltas, su coche, sin que nadie sepa las causas, seguramente la ansiedad transformada en velocidad de Tommy, vuelca y estalla en llamas. Nadie puede hacer ya nada por Tommy. Lo único, oír las palabras que pronuncia en su último aliento: que por supuesto ama a Laura, y que le digan que no llore, pues su amor por ella «nunca morirá».
La canción echa el telón en la capilla ardiente de Tommy, con la única presencia de Laura, que reza por el alma de su prometido, que desde el Más Allá le sigue cantando entre lágrimas que la ama, y que su amor nunca morirá.
Las trágicas carreras callejeras
Estas «stock car races» a los que se refiere la canción podían ser eventos organizados, en circuitos casi siempre ovales, típicamente americanos, o simples carreras callejeras, y por supuesto ilegales, por carreteras poco transitadas, polígonos industriales o incluso calles en barrios chungos de las ciudades norteamericanas en las que se presentan pilotos, más o menos frustrados, con sus coches, generalmente tuneados, compitiendo por un puñado de dólares y por el honor de ser «el más veloz». En clave cinematográfica tenemos un par de buenos ejemplos: la carrera, más bien la demostración machirula de James Dean en «Rebelde sin causa»; o esta vez sí, la peliculera carrera en la que Danny Zuko (John Travolta) se impone a Cara de Cráter en «Grease».
De éxito a canción de culto
«Tell Laura I love her» tuvo un cierto éxito en su lanzamiento por RCA en 1960, alcanzando el número 7 en las listas de Estados Unidos. En un principio los compositores, Jeff Barry y Ben Raleigh, habían descrito a Tommy como un «chico de rodeo», un enamorado que, para comprarle el anillo de boda a Laura, se inscribe en la típica competición del Oeste americano en la que se doman caballos y toros dando saltos sobre ellos. Pero en RCA les pidieron que adaptaran la letra para que se pareciera a uno de los grandes éxitos del momento, «Teen Angel», número 1 en las listas en la voz de Mark Dinning.
«Teen Angel» fue la primera gran «Teenage Tragedy Song», con historia además relacionada con los coches. La pareja adolescente rueda feliz en su coche cuando, vaya por dios, el motor se para… justo cuando estaban cruzando las vías de un tren. Todo muy cinematográfico. La pareja huye cuando ven a un enorme tren aproximándose, pero de repente ella, la «teen angel», vuelve al coche para recuperar… su anillo de fin de curso en el instituto. Por supuesto, el tren arrolla al coche y el «angelito» muere con tan solo 16 años.
Laura respondió a Tommy con otra canción
Tan solo un año después de que Ray Peterson nos cantara la triste historia de Tommy, la otra protagonista de la tragedia, Laura, le respondió con otra canción, «Tell Tommy I miss him», en labios de Marilyn Michaels, tan solo un año después (1961).
Es la misma canción, la misma música, pero con la letra adaptada al grito de desesperación de Laura, que le dice a su queridísimo Tommy cuánto le echa de menos. Y aprovecha la ocasión para decirle que, en el fondo, lo que hizo era una gilipollez. Muy romántica, sí, pero una auténtica locura.
La versión española de «Dile a Laura que la quiero»
La triste historia de Tommy y Laura cruzó el Atlántico y llegó a nuestro país, sumido en aquellos inicios de los sesenta en la dictadura franquista. Había un trío de Sanlúcar de Barrameda llamado Los H.H. (hermanos Hermoso), formado por Fermín, Carlos y Jaime Hermoso, que adquirieron cierta fama versionando éxitos musicales del extranjero. Y uno de ellos fue esta delirante versión de la canción de Ray Peterson.
La versión hispana de la trágica canción adolescente decidió matar a Tommy en la guerra, «donde va a luchar», en lugar de su trágico final original, en el accidente en una carrera automovilística.
Ray Peterson, Laura y poco más
El intérprete de la canción original, Ray Peterson (1935-2005) fue un cantante texano que poca más repercusión alcanzó que la lograda con «Laura». Como mucho, podemos destacar por ser el primer intérprete de «The Wonder of You», uno de los últimos grandes éxitos de Elvis Presley. Este tema era fijo en la etapa del «Elvis Gordo», y nunca faltaba en sus famosos conciertos con el vestuario setentero estilo Abba, principalmente en Las Vegas.
La versión británica de «Tell Laura I love her»
Y para terminar, una curiosa historia, La versión original de «Tell Laura I love her» estaba preparada para ser lanzada en la Gran Bretaña. Pero los mandamases de la casa de discos inglesa calificaron el tema como «demasiado burdo y triste», por lo que tomaron la surrealista decisión de destruir las 25.000 copias que ya se habían recibido del single de Ray Peterson.
Pero claro, no es lo mismo si la canción la canta un hijo de la Gran Bretaña en lugar de un rudo texano. El galés Ricky Valance grabó en el mismo año del lanzamiento de «Tell Laura I love her» una versión para el mercado británico… y el tema corrió tan rápido como Tommy hasta el número uno de las listas. El chovinismo es lo que tiene.
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