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#MÚSICA + COCHES

BOSS AL VOLANTE: LOS COCHES A LOS QUE HA CANTADO BRUCE SPRINGSTEEN

Todos los coches (que son muchos) a los que Bruce Springsteen ha cantado.

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Bruce Springsteen al volante

Ya vamos camino del 50º aniversario de uno de los discos más importantes de la historia del rock, el Born to Run de Bruce Springsteen y la E Street Band, que vio la luz el 25 de agosto de 1975. Entre las joyas que el Boss nos regala en este disco están dos de las canciones que más y mejor han acercado el mundo del motor y de la música, Thunder Road y la canción que da nombre al álbum.

Y es que Springsteen es sin duda uno de los músicos clásicos del siglo XX que más presente han tenido el mundo de las cuatro ruedas en sus canciones. Un estudio de toda su discografía apunta datos tan curiosos como significativos de que el «enano de New Jersey» ha nombrado hasta un total de 28 veces la marca o el modelo de un vehículo en las letras de sus canciones.

Y si ya vamos al detalle, en esta ‘competición’ que ha montado el Boss en su casi medio siglo de carrera musical, tendríamos un empate en la primera posición entre Ford y Cadillac (sobra decir que las marcas norteamericanas ganan por varias vueltas de ventaja). Hasta en seis ocasiones ha nombrado Springsteen las palabras «Ford» o «Cadillac» (dos de ellas nada menos que en títulos de como son Pink Cadillac Cadillac Ranch) en sus canciones.

 

Casi al nivel de estas dos marcas nos encontramos con otro genuino americano como es Chevrolet (‘Chevy’ para los amigos), con cuatro menciones. En cuarta posición tendríamos a otra marca de General Motors como es Buick, con tres menciones y después, la primera europea, Volkswagen, con dos. Completan esta curiosa lista una serie de fabricantes a los que el Boss al menos se ha referido una vez en su carrera: Jeep, Dodge, Plymouth, Mercury, Honda, Mercedes-Benz y Subaru. Coches para todos los gustos.

A continuación vamos a ver y escuchar el top ten de las canciones de Bruce Springsteen en las que se refiere de una forma explícita al mundo de los coches.

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Thunder road (Born to Run, 1975)

La canción que abre el mítico Born to Run está considerada como una de las mejores de la discografía del Boss, y ocupa la 86ª posición en la lista de las «500 mejores canciones de la historia» de la revista Rolling Stone. Inspirada en una película del mismo título de Robert Mitchum, Thunder Road nos habla de una última oportunidad para Mary y su chico, que toman la «carretera del trueno» con las ventanillas bajadas, una carretera embrujada con los esqueletos de Chevrolets calcinados, pero que es el único camino para alcanzar la tierra prometida.

Born to run (Born to run, 1975)

Otro de los iconos de la carrera de Bruce Springsteen está considerada en su tema como una canción complementaria de Thunder Road, en la que el propio autor (el Boss compone todas sus canciones) intenta convencer esta vez a Wendy de que huya de esta ciudad que te «arranca los huesos de la espalda». La canción hace numerosas referencias a motores, espejos retrovisores, autopistas, acelerador… Porque, «cariño, desarrapados como nosotros nacimos para correr».

Racing in the street (Darkness on the Edge of Town, 1978)

Ya solo por el título es fácil adivinar porque esta balada está considerada por muchos como la mejor canción sobre coches de la discografía de Bruce Springsteen. El protagonista de la canción es un ‘Chevy’ del 69 que el autor y su colega modificaron y con el que se lanzaron a disputar carreras por el noroeste de los Estados Unidos. La interpretación de la letra más extendida es que, al igual que canta en Thunder Road y Born to Run, el Boss vuelve a decirnos que lo más importante es la búsqueda de la libertad absoluta del individuo atrapado en ciudades y sociedades sucias y alienadas.

Cadillac Ranch (The River, 1980)

La relación coches/música llega a su punto culminante en la discografía del Boss en The River, su álbum quizá más conocido. Hasta cuatro canciones hacen referencia al mundo de las ruedas en este doble vinilo. La primera es este clasicazo de su discografía, pieza rockera donde las haya, con solo de guitarra de introducción y el siempre poderoso saxofón de Clarence ‘Big Man’ Clemons. El título hace referencia a un famoso rancho de Texas en el que diez Cadillacs semienterrados por el morro forman uno de los paisajes más reconocidos de Estados Unidos. Bruce toma esta postal como metáfora de lo que una vez fueron coches de lujo y ahora son simples esqueletos.

Stolen car (The River, 1980)

Superbalada del Boss que indicaba por dónde iba a transcurrir su carrera en el futuro cercano (música en solitario e intimista, como se vio en su siguiente álbum, Nebraska, 1982). En la tristísima letra el protagonista, que acaba de pasar por un matrimonio fallido, termina robando coches con el objetivo de ser detenido aunque sólo sea para que alguien se dé cuenta de que existe.

Drive all night (del álbum The River, 1980)

Ocho minutos y medio de balada en la que el Boss llora la pérdida de la mujer amada y la jura que conducirá toda la noche para comprarla unos zapatos, volver a sentir su ternura y, en definitiva, para volver a dormir en sus brazos.

Wreck in the highway (The River, 1980)

La canción que cierra el mítico The River es, de nuevo, otra balada con el mundo de los coches de fondo, si bien desde un punto de vista muy distinto, pues nos relata cómo el protagonista es testigo de un accidente en una solitaria autopista en la que el culpable huye dejando a un hombre en el suelo. El Boss nos narra cómo le ayuda, llama a una ambulancia, se lo llevan, y el final de la canción es un lamento del autor acerca de la novia o esposa del accidentado, que seguramente habrán recibido la noticia de su muerte. Este melancólico cierre del álbum está inspirado en una vieja canción country del mismo título.

Pink Cadillac (cara B del single Dancing in the Dark, 1984)

Tras el intimista Nebraska, Springsteen volvió al loor de multitudes con Born in the USA, su álbum sin duda más comercial, en 1984. Su primer single, Dancing in the Dark llevaba como cara B, al más puro estilo Bruce, una canción que no estaba incluida en el álbum. Se trataba de Pink Cadillac, que demostraba que al Boss no se le había olvidado componer canciones sobre coches que no fueran melancólicas baladas. En esta ocasión, el «Cadillac rosa» no deja de ser una metáfora del acto sexual.

I’m on fire (Born in the USA, 1984)

Y terminamos este repaso con una canción que, si bien ni en su letra ni en su concepción tiene nada que ver con el tema automovilístico (va simplemente sobre «estoy que ardo, nena»), sí la incluimos en esta lista por su videoclip (tan de moda en la época) en la que Bruce interpreta a un mecánico de la América más profunda que le repara el Ford convertible a una mujer que está claramente fuera de sus posibilidades. Una nueva metáfora del sueño americano.

 

Miguel Ángel Linares
Miguel Ángel Linares

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