#HISTORIAS
ROJO Y NEGRO: LAS OCHO MUERTES DE FERRARI EN CIRCUITO
#TalDíaComoHoy 8 de mayo de 1982 murió en el circuito de Zolder (Bélgica) el canadiense Gilles Villeneuve a bordo de un Ferrari. Aunque se cumplen 43 años desde la última muerte de un piloto «rojo», ocho han sido las muertes que han sacudido Maranello en los 75 años de Fórmula 1.

La flecha señala el cuerpo de Villeneuve, volando tras el accidente
La tragedia también viste de rojo. En sus más de setenta años de historia, Ferrari ha sido sinónimo de pasión, velocidad y gloria. Pero en las curvas más oscuras de su leyenda, también habita el luto. Ocho hombres, pilotos, guerreros del volante, encontraron la muerte conduciendo para la Scuderia. Ocho llamas apagadas en el rugido de un motor. Este es su homenaje.
Alberto Ascari: el hijo del destino
- Nacimiento: 13 de julio de 1918, Milán, Italia
- Muerte: 26 de mayo de 1955, Monza, Italia
- Accidente: Test privado en Monza
- GPs con Ferrari: 27
- Palmarés: Bicampeón del mundo (1952, 1953), 13 victorias, 14 podios
Fue el primer gran campeón de Ferrari, un piloto metódico y feroz, hijo del también piloto Antonio Ascari, como él muerto en las pistas. Alberto fue la joya de Maranello, el hombre que llevó al Cavallino a lo más alto por primera vez. Su muerte fue casi mística: días después de un accidente en Mónaco, acudió de forma espontánea a Monza, tomó prestado un coche de pruebas y, sin casco, dio unas vueltas. En la tercera, el destino le reclamó como a su padre, también en Italia, también en mayo.
Luigi Musso: la gloria en juego
- Nacimiento: 28 de julio de 1924, Roma, Italia
- Muerte: 6 de julio de 1958, Reims, Francia
- Accidente: GP de Francia
- GPs con Ferrari: 17
- Palmarés: 1 victoria, 7 podios
Musso no solo corría por honor, también por dinero. Con deudas acumuladas y una prensa sensacionalista respirándole en la nuca, el romano se lanzó a la caza de Hawthorn y Collins en Reims, decidido a ganar o estrellarse. Fue lo segundo. Su Ferrari voló por el césped, giró en el aire y lo expulsó mortalmente. Tenía el alma de un gladiador.
Peter Collins: el caballero caído
- Nacimiento: 6 de noviembre de 1931, Kidderminster, Inglaterra
- Muerte: 3 de agosto de 1958, Nürburgring, Alemania
- Accidente: GP de Alemania
- GPs con Ferrari: 19
- Palmarés: 3 victorias, 9 podios
Collins era el caballero de la Scuderia, amigo de Fangio y rival de Musso. Menos de un mes después de la muerte de Luigi, el británico se enfrentó al legendario Nürburgring con furia. En una curva maldita, su Ferrari se salió, volcó y lo lanzó fuera. Murió días después. Tenía solo 26 años y todo un futuro. Ferrari había perdido dos almas en un mismo verano negro.
Wolfgang von Trips: el príncipe y la multitud
- Nacimiento: 4 de mayo de 1928, Colonia, Alemania
- Muerte: 10 de septiembre de 1961, Monza, Italia
- Accidente: GP de Italia
- GPs con Ferrari: 27
- Palmarés: 2 victorias, 6 podios
Aristócrata y audaz, von Trips llegaba líder del campeonato a Monza en 1961. Era su día. Pero en la segunda vuelta, su Ferrari rozó el Lotus de Jim Clark, se desvió hacia la barrera y arrolló a decenas de espectadores. Von Trips murió en el acto; 15 personas más lo acompañaron. Era el último gran premio europeo del año. El título fue para su compañero Phil Hill. La tragedia, para todos.
Ricardo Rodríguez: el niño prodigio
- Nacimiento: 14 de febrero de 1942, Ciudad de México
- Muerte: 1 de noviembre de 1962, Ciudad de México
- Accidente: Prácticas no oficiales
- GPs con Ferrari: 5
- Palmarés: 4º puesto como mejor resultado
Tenía 20 años y ya era piloto oficial de Ferrari. México lo adoraba, Europa lo respetaba. En las prácticas del GP de México —no puntuable en 1962—, Rodríguez se subió a un Ferrari privado. Un fallo en la suspensión lo envió contra el muro del estadio. Murió instantáneamente. Era el más joven, el más prometedor. Desde entonces, el autódromo de la capital mexicana lleva su nombre.
Lorenzo Bandini: El fuego de Montecarlo
- Nacimiento: 21 de diciembre de 1935, Barce, Libia Italiana
- Muerte: 10 de mayo de 1967, Mónaco
- Accidente: GP de Mónaco
- GPs con Ferrari: 33
- Palmarés: 1 victoria, 8 podios
Bandini era el heredero natural de Surtees y la gran esperanza de Italia. En las calles de Montecarlo, lideraba la carrera cuando tocó una chicane y perdió el control. Su Ferrari volcó, se incendió, y los comisarios tardaron demasiado. Murió tres días después con el 70% del cuerpo quemado. Su muerte provocó cambios en la seguridad. Pero el humo de aquel Ferrari ardiente quedó grabado para siempre.
Ignazio Giunti: El choque imposible
- Nacimiento: 30 de agosto de 1941, Roma, Italia
- Muerte: 10 de enero de 1971, Buenos Aires, Argentina
- Accidente: 1000 km de Buenos Aires
- GPs con Ferrari (F1): 4
- Palmarés: 1 podio en F1, victoria en resistencia
En una de las muertes más absurdas y trágicas, Giunti lideraba los .1000 km de Buenos Aires en un Ferrari 312PB. En plena carrera, un rival (Jean-Pierre Beltoise) empujaba su Matra averiado por la pista. Giunti lo embistió a ciegas a más de 200 km/h. El Ferrari explotó. Murió calcinado. Era joven, disciplinado y ya se perfilaba como titular en F1. La seguridad no lo protegió de lo impensable.
Gilles Villeneuve: El último vuelo
- Nacionalidad: Canadiense
- Nacimiento: 18 de enero de 1950, Saint-Jean-sur-Richelieu, Canadá
- Muerte: 8 de mayo de 1982, Zolder, Bélgica
- Accidente: Clasificación GP de Bélgica
- GPs con Ferrari: 66
- Palmarés: 6 victorias, 13 podios
Puro fuego. Gilles era pasión, ataque, valentía. En Zolder, durante la clasificación, chocó con Jochen Mass al intentar una vuelta final. Su Ferrari despegó, giró en el aire y lo arrojó violentamente. Murió sin casco, sin freno a su leyenda. Enzo Ferrari dijo que lo consideraba “como a un hijo”. Su pérdida fue una herida abierta para todo Maranello.
🩸 Epílogo: La sangre también es escarlata
Ferrari ha ganado títulos, carreras, corazones. Pero también ha pagado con vidas su búsqueda de la velocidad perfecta. Ocho hombres quedaron en el camino, pero ninguno murió en vano. Todos ellos hicieron del rojo un estandarte… y del negro, un recordatorio. La gloria no perdona, pero siempre recuerda. Y Ferrari, en cada rugido de motor, les rinde tributo.
