¿POR QUÉ SEAT NO PRODUCE UN CABRIO DESDE EL 850 SPORT EN 1969?
En sus más de 70 años de historia, SEAT tan solo ha producido en serie un cabrio, el mítico 850 Sport, la versión española del Fiat 850 Spider. Desde aquel 1969, ningún otro descapotable ha salido de las factorías de la firma española.
Hace ya más de 50 años, aunque todavía le quedaban a los españoles aguantar los últimos jirones de la dictadura, algo empezaba a cambiar en nuestra sociedad. En 1957 se lanzó el SEAT 600, que motorizó por primera vez a un gran número de españoles. Y en 1966 el 850 puso sobre ruedas a muchas familias de un país que, por fin, empezaba a despertar. Con la llegada de esta berlina de cuatro puertas se empezó a tener la sensación de que un número de españoles, si bien muy reducido, podían «aspirar» a poseer un segundo coche, y por ello se desarrolló en 1967 el SEAT 850 Coupé, el primer vehículo de la marca que no estaba dirigido específicamente al transporte familiar.
El Seat 850 Sport era hermano gemelo del Fiat 850 Spider
El Coupé, con una estampa mucho más estilizada que el 850 «de calle», montaba el mismo motor trasero que este, pero con diez caballos más de potencia, hasta alcanzar los 47, y los 140 km/h. Su precio (105.000 pesetas frente a las 80.000 que costaba el 850 normal) no pareció ser un problema, pues en 1969 se dio un paso más, con el lanzamiento de la versión descapotable.
En septiembre de 1969 vio la luz el SEAT 850 Sport, aunque hoy en día es más conocido como 850 Spider, o Sport Spider. El modelo es el Fiat 850 Spider casi calcado, pero la firma italiana no permitió que se utilizara la denominación «Spider» para el modelo de SEAT. El 850 Sport montaba un nuevo motor de mayor cilindrada que el Coupé (903 frente a 843 centímetros cúbicos), y potencia (52 frente a 47 CV). Esto convertía al vehículo en una «pequeña bala» gracias a sus exiguos 730 kilos de peso. Dicho motor, de hecho, se montó en una evolución del Coupé en 1970, el cual pasó a denominarse Seat 850 Sport Coupé (muy identificable respecto a su predecesor por sus cuatro faros delanteros).
Pero claro, esa exclusividad en la España franquista de 1969 tenía su precio, exactamente 138.000 pesetas, que convertía al 850 Sport en un objeto de mucho lujo. No es extraño, por tanto, que solo se produjeran 2.500 unidades en sus tres años de vida oficial, hasta 1972.
Un diseño icónico
Esa circunstancia ha convertido al SEAT 850 Sport Spider no solo ya en un clásico, sino en un vehículo mítico. El diseño, firmado por Giugiaro cuando trabajaba para Bertone, sigue sorprendiendo medio siglo después. Su batalla, de 2.027 milímetros, y su motor y cambio traseros ya venían en el Coupé, pero el Sport era completamente diferente: primero, porque era un biplaza auténtico (el Coupé era un 2+2); y segundo, porque su diseño era aún más afilado y, por tanto, más deportivo. Todo era tan contenido que el paso de rueda delantero izquierdo obligó a desplazar unos centímetros haca la derecha los pedales, por lo que había que conducirlo ligeramente «de lado».
El SEAT 850 Sport solo se comercializó de serie con capota de lona, si bien varios preparadores ofrecían techos duros de fibra de vidrio. Todo con tal de parecerse al vehículo icónico de la época: el Alfa Romeo Spider. De hecho, el 850 Sport fue concebido en teoría para las «niñas bien» de la época, pues los «cachorros del régimen» que podían acceder a un vehículo de este tipo preferían el «más machote» 850 Sport Coupé.
Precisamente el 850 Sport Coupé fue el protagonista de un capítulo de la séptima temporada de la serie de televisión «Cuéntame». En este enlace podemos ver la secuencia en la que un radiante Miguel (Juan Echanove) llega a su barrio en 1976 con su flamante Sport Coupé.
Juan Echanove, radiante con su recién adquirido Seat 850 Sport Coupé en la serie «Cuéntame»
…Y no ha habido más cabrios Seat
Y desde entonces, más de medio siglo ha transcurrido sin que SEAT se haya animado a meter en la cadena de producción un nuevo descapotable desde el 850 Sport. ¿Las causas? Primero, que no ha sido el mercado español muy propicio para los vehículos descapotables, y eso que el clima acompaña, y de qué forma, a la conducción al aire libre. Los gustos de los españoles, o en muchos casos las carencias económicas, no han favorecido a un tipo de vehículos que están más inspirados al placer de la conducción que a la necesidad del transporte.
También puede influir la azarosa historia de la firma española, en constantes altibajos a lo largo de su historia. Tras romper con Fiat, SEAT entró a formar parte del Grupo Volkswagen en 1986, donde ha vivido diferentes épocas, en las que se llegó a discutir incluso el futuro de la marca. Hoy, sin embargo, el presente y el futuro de SEAT no pueden ser más óptimos, con dos modelos, el León y el Ibiza, situados en lo más alto de las listas de ventas año tras año.
Los prototipos descapotables de SEAT
Aunque no hayan pasado a la producción, han sido varios los «concept» que mostraban al mundo la visión de SEAT de cómo debería ser un descapotable. Y también, la mayoría de modelos de la firma española han contado con carroceros que han transformado en cabrio lo que era un coche «techado». En las siguientes fotos vemos algunos modelos que cumplen alguna de estas dos premisas. En algún caso, piezas de coleccionista que cuestan un buen dinero.
En 1989 se presentó una visión de lo que podía ser un SEAT Ibiza «a cielo abierto»El ya desaparecido SEAT Córdoba también tuvo su prototipo descapotable; eran otros tiemposAquel mismo año 1996 se presentó un concepto totalmente diferente: el SEAT FórmulaEn 2001 se habló mucho de que el prototipo SEAT Tango podría llegar algún día a la cadena de montajeEn el 30º aniversario del Ibiza, SEAT presentó el prototipo Ibiza Cupster, con un parabrisas que rodeaba todo el vehículoAquel mismo año 2014, el diseñador valenciano David Caba presentaba un estudio de un SEAT Roadster ConceptEl primer modelo de SEAT, el 1400 (1953), también tuvo su unidad descapotableEl mítico carrocero Pedro Serra creó el SEAT 1400 C Serra sobre la carrocería de otro mito, el 1500El icónico SEAT 600 también fue «víctima» de diversos carroceros que lo convirtieron en descapotableHoy nos parece casi un sacrilegio, pero algún día un afortunado español disfrutó de un SEAT 124 descapotable