PAUL NEWMAN: EL ACTOR QUE TAMBIÉN ‘ENAMORÓ’ DESDE EL ASFALTO

Paul Newman, un icono tanto del cine como de las carreras de coches

La relación de Paul Newman con el automovilismo comenzó relativamente tarde en su vida. Fue durante el rodaje de la película «Quinientas Millas» (James Goldstone, 1969), sobre las 500 millas de Indianápolis, donde interpretó a un piloto de carreras, cuando Newman se enamoró de la velocidad y la adrenalina de las pistas. Este papel no solo le exigió aprender a conducir coches de carreras, sino que también despertó en él una pasión que lo acompañaría el resto de su vida. La experiencia de estar detrás del volante en un entorno competitivo le ofreció una nueva perspectiva y un escape del mundo del cine.

Cascos de Paul Newman y Robert Wagner en «Quinientas»

Newman junto a su ‘maestro’, Bob Bondurant

De actor a piloto

Tras el rodaje de «Quinientas Millas», Newman decidió tomarse en serio su interés por las carreras. Se inscribió en la escuela de conducción de Bob Bondurant, donde perfeccionó sus habilidades al volante. Su dedicación y talento natural rápidamente lo destacaron en el mundo del automovilismo amateur. A diferencia de otras celebridades que incursionan en el deporte por diversión, Newman se comprometió a competir al más alto nivel. Su enfoque disciplinado y su deseo de mejorar constantemente lo llevaron a participar en competiciones cada vez más exigentes.

Paul Newman, en plena carrera

Logros en las pistas

Paul Newman no solo participó en carreras, sino que también logró un éxito considerable. Compitió en numerosas series, incluyendo la Trans-Am y la IMSA GT. Uno de sus logros más destacados fue su participación en las 24 Horas de Le Mans en 1979. Esta carrera es una de las más prestigiosas y desafiantes del mundo, conocida por su duración y las exigencias físicas y mentales que impone a los pilotos.

El Porsche 935 número 70 de Paul Newman en Le Mans 1979

El segundo puesto en Le Mans

En 1979, Paul Newman formó parte del equipo Dick Barbour Racing, conduciendo un Porsche 935. Junto a sus compañeros de equipo, Dick Barbour y Rolf Stommelen, Newman enfrentó el desafío de Le Mans con determinación. La carrera fue particularmente dura ese año, con condiciones climáticas cambiantes que pusieron a prueba la habilidad y resistencia de todos los participantes.

El equipo de Newman no era el favorito para ganar, pero su consistencia y estrategia inteligente los mantuvieron en la contienda. A lo largo de la carrera, Newman demostró su habilidad para manejar bajo presión, manteniendo un ritmo constante y evitando errores que podrían haber sido costosos. Su actuación fue una sorpresa para muchos, ya que no se esperaba que un actor de Hollywood pudiera competir al mismo nivel que pilotos profesionales experimentados.

Paul junto a sus compañeros de equipo Dick Barbour y Rolf Stommelen

Finalmente, el equipo logró un impresionante segundo lugar en la clasificación general. Este resultado fue una clara demostración de la habilidad y determinación de Newman, consolidando su reputación como un piloto serio y competente. Su éxito en Le Mans no solo sorprendió a los críticos, sino que también inspiró a otros a seguir sus pasiones, independientemente de su carrera principal.

La dualidad de su carrera

A lo largo de los años setenta y ochenta Newman continuó equilibrando su carrera como actor con su pasión por las carreras. A menudo se le veía en los circuitos durante los fines de semana, mientras que entre semana regresaba a los sets de filmación. Esta dualidad en su vida profesional no solo le permitió disfrutar de lo mejor de ambos mundos, sino que también le brindó una perspectiva única sobre la fama y el éxito. Para Newman, las carreras eran un escape del estrés de Hollywood, un lugar donde podía ser simplemente un piloto más, compitiendo por la victoria.

Mario Andretti, la gran estrella del equipo Newman/Haas

Newman/Haas Racing: un legado en el automovilismo

En 1983 Paul Newman dio un paso más en su compromiso con el automovilismo al cofundar el equipo Newman/Haas Racing junto a Carl Haas. Este equipo se convirtió en uno de los más exitosos en la historia de la serie CART, ganando múltiples campeonatos con pilotos legendarios como Mario Andretti y Nigel Mansell. La influencia de Newman en el equipo fue significativa, aportando no solo su pasión por el deporte, sino también su ética de trabajo y su deseo de excelencia. Bajo su liderazgo, Newman/Haas Racing se convirtió en un referente en el automovilismo, conocido por su innovación y competitividad.

Paul Newman, piloto de carreras hasta los 82 años

Piloto hasta el final

Incluso en sus últimos años, Newman continuó compitiendo. A los 70 se convirtió en el piloto más veterano en formar parte de un equipo ganador en una carrera de la serie IMSA, demostrando que la edad no era un obstáculo para su pasión. Su última carrera tuvo lugar en 2007, a los 82 años, un testimonio de su amor inquebrantable por el automovilismo. Para Newman, las carreras no eran solo un pasatiempo, sino una parte integral de su vida, una fuente constante de desafío y satisfacción.

Paul Newman, una leyenda sobre ruedas

El legado de Paul Newman

Paul Newman dejó un legado duradero tanto en el cine como en el automovilismo. Su éxito en las pistas inspiró a muchos y demostró que con dedicación y pasión es posible triunfar en múltiples campos. Además, su equipo Newman/Haas Racing sigue siendo un recordatorio de su impacto en el deporte. Más allá de sus logros en la pista, Newman también fue conocido por su filantropía, invirtiendo sus ganancias para apoyar diversas causas benéficas.

En resumen, la faceta de piloto de carreras de Paul Newman es un capítulo fascinante de su vida que complementa su carrera cinematográfica. Su historia es un ejemplo de cómo seguir nuestras pasiones puede llevarnos a logros inesperados y significativos, enriqueciendo nuestras vidas de maneras que nunca imaginamos. Su legado perdura no solo en sus películas y victorias en las pistas, sino también en las vidas que tocó a través de su generosidad y espíritu indomable.