LOS COCHES EN LA VIDA DE JOHN LENNON: UN ROLLS PSICODÉLICO Y UN ACCIDENTE
#TalDíaComoHoy nació en 1940 John Winston Lennon, la mitad del «núcleo duro» del mejor grupo de la historia de la música, los Beatles, junto a Paul McCartney. Lennon, mito y leyenda desde su asesinato el 8 de diciembre de 1980, también tuvo una relación especial con el mundo de las cuatro ruedas.
John junto a su hijo Julian, delante del famoso Rolls psicodélico
John Lennon, el legendario músico y cofundador de The Beatles, no solo dejó una huella imborrable en la música, sino que también tuvo una relación notable con los automóviles. A lo largo de su vida, los coches fueron más que simples medios de transporte; representaron su éxito, su estilo de vida y, en ocasiones, sus desafíos personales. Este artículo explora la conexión de Lennon con los coches, destacando su famoso Rolls-Royce psicodélico y el accidente automovilístico que sufrió en Escocia en un Austin Maxi.
El éxito y el lujo: el Rolls-Royce psicodélico
En 1965, en el apogeo de la fama de The Beatles, John Lennon adquirió un Rolls-Royce Phantom V. Este coche, símbolo de lujo y estatus, fue inicialmente de color negro. Sin embargo, en 1967, Lennon decidió personalizarlo de una manera que reflejara la vibrante cultura de la época y su propia personalidad excéntrica. Encargó a un grupo de artistas holandeses que lo pintaran con un diseño psicodélico, lleno de colores brillantes y patrones florales.
El Rolls-Royce psicodélico se convirtió en un icono de la contracultura de los años sesenta, simbolizando la fusión de la música, el arte y la rebeldía. Este coche no solo era un medio de transporte para Lennon, sino también una declaración de su identidad artística y su rechazo a las normas convencionales. A menudo se le veía conduciendo este vehículo en Londres, atrayendo la atención de fanáticos y medios por igual.
Lennon y Yoko «posan» delante del Austin Maxi siniestrado
El accidente en Escocia: un punto de inflexión
En junio de 1969, John Lennon decidió emprender un viaje por carretera a Escocia con su esposa (se habían casado poco antes en Gibraltar) Yoko Ono, su hijo Julian, y Kyoko, la hija de Yoko. Para este viaje, Lennon eligió un Austin Maxi, un coche práctico y popular en el Reino Unido durante esa época. Sin embargo, el viaje no salió como estaba planeado. Mientras conducía por una carretera rural cerca de Durness, en el norte de Escocia, Lennon perdió el control del vehículo, lo que resultó en un accidente.
El Austin Maxi se salió de la carretera y chocó, causando heridas a todos los ocupantes. Lennon sufrió un corte profundo en la frente que requirió varios puntos de sutura, mientras que Yoko Ono también resultó herida, de más gravedad que John, pues requirió unos días de hospitalización. Los niños solo sufrieron algún rasguño. Este accidente fue un momento de reflexión para Lennon, recordándole la fragilidad de la vida y la importancia de la seguridad, especialmente cuando se trataba de su familia.
«Drive my car», la canción más «automovilística» de los Beatles
Impacto del accidente en la vida de Lennon
El accidente en Escocia tuvo un impacto significativo en la vida de Lennon. Aunque las heridas físicas sanaron, el evento dejó una marca emocional. Lennon se volvió más consciente de la seguridad y comenzó a reevaluar su estilo de vida. Este incidente coincidió con un período de transición en su vida, donde buscaba alejarse de la imagen pública de The Beatles y centrarse más en su relación con Yoko y su carrera en solitario.
El accidente también reforzó su deseo de llevar una vida más tranquila y menos expuesta, lo que eventualmente lo llevó a mudarse a Nueva York en busca de anonimato y paz. A partir de entonces, sus elecciones de vehículos reflejaron una mayor preocupación por la seguridad y la practicidad, alejándose de los coches extravagantes que había preferido en el pasado.
Otros coches en la vida de Lennon
Además del famoso Rolls-Royce y el Austin Maxi, Lennon poseía varios otros coches a lo largo de su vida. Entre ellos se encontraba un Ferrari 330 GT 2+2 Coupé, que compró en 1965. Este coche representaba el lujo y la velocidad, características que Lennon apreciaba. También tuvo un Mini Cooper, un coche pequeño y ágil que era popular entre las celebridades británicas de la época.
En 1971, después de mudarse a Nueva York, Lennon compró un Chrysler Town & Country Station Wagon. Este vehículo era más práctico y reflejaba su deseo de llevar una vida más tranquila y familiar junto a Yoko Ono y su hijo Sean.