INEOS GRENADIER, HONOR Y GLORIA A LOS 4×4 ‘DE VERDAD’

Igual que «el vídeo mató a la estrella de la radio, podemos decir que «el SUV mató al todoterreno». Al 4×4 ‘de verdad’, porque no es lo mismo un vehículo con las cuatro ruedas motrices (la definición desnuda de 4×4), que un coche que siempre ‘tira p’alante’ pise el suelo que pise (asfalto nuevo o bacheado, tierra o incluso rocas).

Porque los mercados, que son muy volátiles, siempre están dispuestos a aceptar, a abrazar con pasión, las nuevas modas que llegan para convertirlas en tendencias y, en el caso de los SUV, casi en religión. Los SUV son ahora mismo los dominadores, los dictadores, del mercado. ¿Y por qué? Porque de repente hemos tenido todos la ‘necesidad’ de un puesto de conducción elevado dentro de una carrocería, también, que nos levanta varios centímetros más por encima del suelo que los ‘clásicos’ utilitarios, compactos, berlinas… Y todo ello nos ha llevado también a la absurda idea de que estos SUV son ‘todoterrenos’.

El que los propios fabricantes bautizaran a los SUV como ‘todocaminos’ quizá debería haber despertado nuestras sospechas de que estos nuevos modelos no estaban en realidad preparados para ‘hacer el cabra’. Pero nos dio igual. Tanto fue el cántaro a la fuente a comprar un todocamino… que los todoterreno de verdad han entraron en crisis.

Por ello, la llegada de un todoterreno de verdad, como es el INEOS Grenadier, es un gran soplo de aire fresco en un segmento que empezaba a oler a caspa. Muchos han sido los que han acusado a INEOS, un gigante empresarial británico especializado en productos químicos, de lanzarse al mundo de la automoción ‘copiando’ literalmente un mito del 4×4: el Land Rover Defender.

Aún quedan esperanzas…

Y desde cuatroruedas.es decimos: ¿y qué hay de malo en ello? Primero, porque el supuesto ‘plagiado’ ya no existe. El Land Rover Defender clásico ‘murió’ hace unos años para ‘resucitar’ como un modelo completamente diferente, en un SUV futurista que, por supuesto, dispone de todas las características de un 4×4 de verdad, como marca de la casa Land Rover. El INEOS Grenadier rescata la filosofía del todoterreno clásico, con una carrocería de dos cuerpos, con líneas rectas de casi 90 grados, chasis de largueros, ejes rígidos, y un diseño en el que prima por encima de todo la marcha, la conducción, muy por encima de un diseño moderno, en el que se busca por encima de todo la comodidad.

Y esto, señores, la pinta y la actuación de un todoterreno clásico, es algo que sigue siendo muy buscado, muy demandado en ciertos sectores de los aficionados al motor más ‘auténtico’. Porque desde el momento en que te pones delante del INEOS Grenadier sabes que cumple el objetivo para el que está construido. Y no digamos nada cuando cruzas su puerta, con esa profusión de controles, casi todos manuales, que se extienden desde la palanca hasta el techo, pasando por el cuadro. Esa cabina que puede recordar a la cabina de un avión de posguerra, con superficies metálicas y un aroma general que sí, que te recuerda al Defender ‘de toda la vida’, pero que cuenta con su propio carácter rutero.

Y todo esto lo decimos con solo subirnos a una unidad ‘parada’. Cuando tengamos la ocasión de probarlo sobre el terreno (nunca mejor dicho), compartiremos nuestras sensaciones, que ya decimos que serán muy exigentes con un modelo de estas características. Mientras tanto, podemos informar de que el INEOS Grenadier ofrece dos motorizaciones, ambas de seis cilindros, una diésel (249 CV) y otra de gasolina (286 CV).

El primer INEOS Grenadier cuenta con una carrocería de cinco puertas, a la espera de que llegue un modelo pick-up. Sus medidas (4,90 metros de altura, 1,93 m de anchura y 2,04 m de altura), se asemejan a las del Defender clásico, pero hablamos de un modelo sin duda más cómodo, pues dispone de más espacio tanto a lo largo como a lo ancho (el que esto escribe, de buena estatura, recuerda perfectamente la claustrofobia que sentía al conducir un Defender clásico, con la rodilla bien encajonada en el cuadro, por la literal falta de espacio).

Y basta una mirada a la palanca de cambios para ya confirmar del todo lo que pensábamos: ¡tiene reductora! Esa segunda palanca que siempre ha ido asociada a la conducción dando tumbos, botes, a golpearnos la cabeza contra el techo. Pero muy satisfechos de salir del siempre seguro asfalto para aventurarnos por estas tierras de dios. Sin tanta literatura, informamos que el INEOS Grenadier cuenta con tracción total permanente, la referida reductora y bloqueo de los tres diferenciales, como 4×4 de verdad que se precia de ser.

En definitiva, que a la espera de poder probar esta ‘última esperanza de los todoterrenos’, el primer contacto, visual, auditivo, olfativo y táctil, ha cumplido todas las expectativas despertadas. Ahora, a por la prueba ‘móvil’.