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#HISTORIA DEL AUTOMÓVIL

OLDSMOBILE, EL ÚLTIMO RUGIDO DE UNA LEYENDA NORTEAMERICANA

El 29 de abril de 2004, el último Oldsmobile salía de la línea de montaje de Lansing, Michigan, marcando el final de una historia de más de un siglo. La marca, pionera del automóvil en Estados Unidos, dejó tras de sí una herencia imborrable repleta de innovaciones y modelos legendarios que hoy viven en la memoria de los aficionados.

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Ransom E. Olds, el fundador de Oldsmobile


Un adiós en Lansing: el último Oldsmobile (Alero, 2004)

El último coche de Oldsmobile fue un Alero de color rojo metálico, ensamblado en la planta de Lansing Car Assembly en Michigan, el mismo estado donde la marca había nacido en 1897 de la mano de Ransom E. Olds. Este momento simbólico cerraba 107 años de historia automovilística, haciendo de Oldsmobile la primera gran marca estadounidense en desaparecer en la era moderna. Aunque el Alero no fue uno de sus modelos más gloriosos, su despedida fue un acto de respeto hacia una marca que había sido sinónimo de innovación, lujo y rendimiento durante décadas.


Los orígenes: Curved Dash (1901)

El primer modelo que catapultó a Oldsmobile a la fama fue el Curved Dash, lanzado en 1901. Considerado el primer automóvil producido en serie de la historia, el Curved Dash ofrecía una alternativa económica y fiable a las grandes máquinas artesanales de su época. Su éxito masivo ayudó a sentar las bases de la futura industria automotriz norteamericana.


La evolución del lujo: Oldsmobile 442 (1964)

En plena era dorada de los muscle cars, Oldsmobile sorprendió al mundo con el 442 en 1964. Este vehículo, cuyo nombre hacía referencia a un motor V8, carburador de cuatro barriles y escape doble (4-4-2), combinaba prestaciones deportivas con un toque de elegancia que lo diferenciaba de competidores más rudos. El 442 se convirtió en un ícono de potencia y estilo en las carreteras americanas.


La revolución tecnológica: Toronado (1966)

Oldsmobile volvió a romper esquemas en 1966 con el Toronado, el primer coche estadounidense de gran tamaño con tracción delantera desde los años 30. Su atrevido diseño futurista, su motor V8 de 7.0 litros y su manejo superior, marcaron un antes y un después. El Toronado no solo ganó el premio al Coche del Año de Motor Trend en 1966, sino que también mostró la voluntad de Oldsmobile de apostar por la innovación.

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El Gran Turismo americano: Cutlass Supreme (1970)

Durante los años 70 el Cutlass Supreme se consolidó como el modelo más vendido de Oldsmobile y uno de los autos más populares de Estados Unidos. Con su mezcla de comodidad, buen diseño y fiabilidad, el Cutlass Supreme ofrecía una alternativa sólida tanto para familias como para quienes buscaban un toque de deportividad. Su éxito fue tan grande que en 1976 Oldsmobile logró vender más de 1.000.000 de unidades en un solo año.


La apuesta por el lujo compacto: Oldsmobile Ninety-Eight (1977)

Otro de los nombres más recordados de la firma fue el Ninety-Eight, el máximo exponente de Oldsmobile en cuanto a lujo y tamaño. La versión de 1977, adaptada a los tiempos del ahorro de combustible, logró mantener el confort tradicional de la marca mientras abrazaba líneas más aerodinámicas y modernas. Su amplio interior, su motor V8 de respuesta suave y su cuidada insonorización lo convirtieron en el favorito de las generaciones más maduras.


El renacer con el Aerotech (1987)

Aunque no fue un modelo de producción, el Oldsmobile Aerotech de 1987 merece mención especial. Este prototipo, desarrollado con la ayuda de figuras como A. J. Foyt, rompió varios récords de velocidad y sirvió como escaparate tecnológico. Equipado con un motor turboalimentado de más de 1.000 caballos, el Aerotech demostró que Oldsmobile aún era capaz de competir en la vanguardia de la ingeniería automotriz.


Los años de declive (Aurora, 1995)

A pesar de su rico legado, los años 90 fueron especialmente duros para Oldsmobile. Intentos como el Aurora (1995) buscaron rejuvenecer la marca, apostando por un diseño elegante y motorizaciones avanzadas. Sin embargo, los cambios en el mercado, la creciente competencia extranjera y algunas decisiones estratégicas fallidas condujeron a un progresivo declive en las ventas. General Motors, propietaria de Oldsmobile desde 1908, decidió finalmente cesar su producción.


Oldsmobile Jetfire (1962)

El legado de Oldsmobile

Oldsmobile no solo fabricó coches, sino que modeló parte del paisaje cultural estadounidense. Fue la primera marca en introducir un automóvil turboalimentado en producción masiva (el Jetfire de 1962) y en ofrecer un motor de alta compresión (el Rocket V8 de 1949). Su espíritu pionero y su búsqueda de nuevas fronteras siguen siendo motivo de admiración.

En cada curva del Curved Dash, en el rugido del 442, en la valentía técnica del Toronado o en la elegancia sobria del Cutlass Supreme, se respira aún el espíritu de una marca que no temió a la innovación ni a los desafíos. Aunque hoy Oldsmobile no circule por nuestras calles, su legado vive en cada aficionado que entiende que la historia del automóvil no se escribe solo con números, sino también con pasión.

Miguel Ángel Linares
Miguel Ángel Linares

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