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#HISTORIA DEL AUTOMÓVIL

#1 DE MAYO: LOS 10 COCHES MÁS «CURRANTES» DE NUESTRAS CARRETERAS (Y CAMINOS)

#TalDíaComoHoy 1 de mayo, Día Mundial del Trabajador, queremos rendir homenaje a esos modelos de coches que se distinguieron por su extrema dureza, durabilidad y fiabilidad. Los modelos «más currantes» de la historia reciente del automóvil.

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Renault 12 Break, duro de roer

En la España del siglo XX, miles de coches urbanos acabaron reconvertidos en herramientas de trabajo rural, demostrando una resistencia y versatilidad que no figuraban en sus catálogos. Lejos del marketing y las pruebas de laboratorio, estos modelos aguantaron sacos, barro, baches y kilómetros sin descanso, ganándose el respeto del mundo agrícola, artesano y de reparto. Aquí va un homenaje a los vehículos nacidos para el asfalto pero curtidos en caminos recordando sus anuncios más icónicos en televisión.


Citroën 2CV / Dyane 6 «para gente encantadora» (1948–1990 / 1967–1983)

  • El más icónico del campo español.
  • Su suspensión legendaria permitía circular por sembrados sin romper los huevos del maletero.
  • Ligero, simple y fiable, con motores que funcionaban hasta con gasolina vieja.
  • Capaz de subir cuestas embarradas con tracción delantera y 400 kg de carga.


Renault 4 «Cuatro Latas» (1961–1992)

  • El coche de carteros, agricultores, feriantes y curas de aldea.
  • Tracción delantera, buena altura libre y fiabilidad sin electrónica.
  • Usado como furgoneta improvisada, remolcador y mula de carga.
  • Aguantaba barro, piedras y caminos estrechos sin rechistar.


Seat Panda / Marbella «un gran coche» (y 4×4) (1980–2003)

  • Ligero, cuadrado y con tracción delantera: perfecto para caminos rotos.
  • La versión Panda 4×4, desarrollada por Steyr-Puch, fue una revolución rural.
  • Barato, fácil de reparar y sorprendentemente capaz en nieve, barro y pendientes.


Peugeot 504 «lo tiene todo» (familiar y pickup) (1968–2005)

  • Nacido en Francia, pero respetado en media África y el campo español.
  • Tracción trasera, suspensión resistente y motor diésel incombustible.
  • Muy usado en trabajos agrícolas, forestales y en el norte peninsular.
  • Versiones pick-up con capacidad para trabajos duros.


Renault 12 Break «vendo» (1969–1980 en España)

  • Familiar polivalente, popular en el ámbito rural y servicios públicos.
  • Su motor sencillo y suspensión robusta lo hicieron habitual en zonas agrícolas.
  • Capaz de cargar aperos, herramientas o animales pequeños sin perder compostura.


Seat 131 / 132 «importado no, importante» (1975–1984 / 1973–1982)

  • Berlina seria y fiable, usada por fuerzas del orden, agricultores y jefes de finca.
  • Con tracción trasera y motores Fiat, era más duro de lo que aparentaba.
  • Ideal para remolcar o circular por pistas gracias a su suspensión equilibrada.


Peugeot 205 Diésel «contigo al fin del mundo» (1983–1998)

  • Uno de los compactos más resistentes de su generación.
  • El motor XUD diésel podía superar los 400.000 km con trato rural.
  • Aunque sin altura destacable, aguantaba caminos de tierra y uso exigente.


Seat Terra / Trans «un confort de turismo» (1987–2003)

  • Las furgonetas derivadas del Panda y el Marbella.
  • Capacidad de carga sorprendente, bajo consumo y prestaciones honestas.
  • Repartidores, panaderos, fontaneros y granjeros las exprimieron durante décadas.


Citroën Méhari (1968–1987)

  • La versión “playera” del 2CV, pero muy eficaz en el campo.
  • Carrocería de plástico ABS, suspensión alta y mecánica sencilla.
  • Usada en fincas, zonas de playa, cotos de caza y entornos rurales duros.


Land Rover Santana «los profesionales» (1958–1994)

  • El único todoterreno puro de la lista, pero fabricado en Linares (Jaén).
  • Usado por Guardia Civil, ganaderos, ingenieros agrónomos y pastores.
  • Tracción 4×4, reductora, dureza militar. Era un tractor con matrícula.
  • Muchos siguen vivos hoy, con medio millón de kilómetros a cuestas.


🛠️ Conclusión

Estos coches no salieron del concesionario con la etiqueta de «off-road», pero se ganaron el respeto del mundo rural por aguantar el maltrato diario sin quejarse. En un país de caminos de tierra, laderas y huertas, estas máquinas fueron más compañeras de trabajo que vehículos. Hoy, muchas descansan oxidadas en graneros o siguen funcionando con dignidad, recordándonos una época en la que la fiabilidad y la resistencia valían más que los caballos.

Miguel Ángel Linares
Miguel Ángel Linares

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