#ARTE + COCHES
LOS 10 COCHES MÁS «SURREALISTAS» QUE HUBIERA PINTADO DALÍ
#TalDíaComoHoy 11 de mayo de 1904 nació en Figueres (Girona) Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech, marqués de Dalí de Púbol, el mayor genio del surrealismo en esa época dorada del arte que fue la primera mitad del siglo XX.

Por ello, y para celebrar el que sería 121º cumpleaños de Salvador Dalí, homenajeamos los 10 coches más famosos de la historia (en nuestra modesta y humilde opinión) como él los describiría: entre relojes blandos, motores imposibles y bigotes que vibran a 6.000 rpm.
Dalí no condujo la vida, la manejó con doble embrague cósmico. Amó las curvas, el ruido, la velocidad… y aunque jamás fue un coleccionista de coches al estilo Jay Leno, entendía que un automóvil no es una máquina: es un insecto de acero psicoanalítico que vibra al compás del subconsciente. Hoy, en su honor, fundimos los coches más icónicos del siglo XX con su estilo inconfundible, tanto con los colores al óleo en el lienzo como con la tinta negra sobre el «papel digital», con la misma filosofía surrealista con la que se tomó su obra y la vida. Y sí, hay relojes blandos en el salpicadero y en la chapa.

🥸 Porsche 911, «lombriz alemana»
“Lombriz alemana vestida de elegancia tautológica que serpentea por la autopista como si el asfalto fuera una cinta de Möbius”.
Nacido en 1964, el 911 es el coche que no muere, no envejece y no cambia, aunque cambie. Un círculo perfecto de ingeniería y deseo, tan preciso como un compás suizo con antojos de drift. Dalí lo vería como una metáfora del eterno retorno… pero con tracción trasera y vocación de escapista. ¿Cómo se pinta un 911? En espiral.

🐞 Volkswagen Escarabajo, «pelota de chicle»
“Una pelota de chicle motorizada fabricada por obreros con alma de relojeros y diseño de huevo freudiano con ruedas”.
El coche del pueblo. El insecto mecánico. El caparazón rodante. Llevó a Europa y América en sus entrañas, como una tortuga con sueño. Dalí lo amaría por su forma ovular, su constancia absurda y su zumbido hipnótico. Es como si Kafka hubiera diseñado un coche simpático.

💘 Chevrolet Corvette, «tiburón de feria»
“Un tiburón de feria que ronca octanos y lanza feromonas por el tubo de escape en forma de saxo tenor cromado».
Desde 1953, el Corvette fue el muscle car con alma de crooner, una mezcla entre Elvis y un cohete de feria. El coche que no gira, se insinúa. Dalí lo usaría para ir a comprar langostas a medianoche. En sus manos, el Corvette sería una onda sonora hecha fibra de vidrio.

🧠 Citroën DS (Tiburón), «platillo volante»
“Un platillo volante con corazón líquido que flota por el asfalto como un pensamiento onírico entre dos parpadeos».
Lanzado en 1955, el DS fue como si la ingeniería francesa decidiera ponerse tacones. Era bello, misterioso, flotante… Su suspensión parecía levitar. Dalí lo consideraría el vehículo oficial de los sueños lúcidos. Solo le faltaba hablar… en francés antiguo.

🐎 Ferrari 250 GTO, «orgasmo de caballo»
“El orgasmo de un caballo galopando sobre lava italiana con los colores del vino, la sangre y el deseo mecánico”.
Solo se fabricaron 36. Todos rojos, todos perfectos, todos deseables. El 250 GTO no se conduce: se contempla. Dalí lo pintaría sin ruedas, levitando, con una Venus sobre el capó y un velocímetro que mide en latidos. No es un coche: es una escultura con latido V12.

🐴 Ford Mustang, «caballo de vapor con flequillo»
“Un caballo de vapor con flequillo y camiseta blanca que sueña con moteles, moteros y rock and roll infinito”.
En 1964 Ford lanzó al mundo el coche de los rebeldes de instituto, de los que huyen sin mapa. El Mustang no gira, hace un derrape filosófico. Para Dalí, un potro mecánico que relincha libertad en cada cambio de marcha. Posiblemente lo aparcaría en la puerta del Louvre… al revés.

⏰ Ford T, «caballito de hierro»
“Un caballito de hierro que parió la modernidad mientras Henry Ford soñaba con engranajes multiplicándose como conejos de oficina«.
De 1908 a 1927, el Ford T hizo del coche un derecho y del humo una bandera. A ojos de Dalí, un dinosaurio mecánico con alma de máquina de coser y ruedas de pensamiento industrial. Se arranca con manivela y se detiene con metafísica. Absurdo. Brillante. Histórico.

🪖 Jeep Willys, «insecto belicista»
“Un insecto belicista que trepa montañas, mastica barro y bosteza en código Morse cuando se apaga el motor«.
Creado para la guerra, pero amado en la paz. El Jeep Willys es la navaja suiza con ruedas. Dalí lo vería como un caballo surrealista de cuatro ruedas sin jinete, capaz de hacer la guerra y el amor en el mismo cráter. Nunca necesita permiso, solo terreno.

🎩 MINI Cooper Clásico, «cabina que bebe té»
“Una cabina telefónica inglesa que bebe té y corre como si huyera de sí misma por calles que parecen intestinos urbanos«.
Nacido en 1959, el MINI fue la demostración de que el tamaño no importa si tienes nervio. Ágil, simpático, insolente. En manos de Dalí, tendría bigotes en los retrovisores y un motor que suena a punteo de violín. Ideal para dar la vuelta al subconsciente sin cambiar de marcha.

🥖 Renault 4, «baguette motorizada»
“Una baguette motorizada con alma de mula y la estética de una maleta con ruedas robada por un poeta rural«.
Entre 1961 y 1992 el R4 fue el coche del cura, del cartero, del revolucionario y del panadero. Capaz de cruzar África con una cabra dentro. Dalí lo conduciría descalzo, con un reloj colgando del retrovisor y una cabra real, claro. El utilitario más existencialista de la historia.

🎂 Epílogo con bigote
Si Dalí viviera hoy, probablemente celebraría su cumpleaños conduciendo hacia atrás por una carretera que sube hacia el cielo, en un coche hecho de queso manchego, con ruedas de relojes blandos y un escape que emite carcajadas. Porque para él, como para estos coches, la lógica era solo una posibilidad más.
¡Feliz 121, maestro del pincel y del sinsentido! Tu bigote sigue vibrando en cada curva.
