El fabricante británico suministra un estándar a la Fórmula 1, NASCAR y la IndyCar.

Estrenada en el Gran Premio de Australia, ha sido diseñada para los actuales motores V8 de 2.4 litros de esta temporada y el nuevo V6 turbo de 1.6 litros de los nuevos motores híbridos paralelos que se usarán en 2014 y en adelante.