La Covid-19 ha generado más consecuencias de las que parecía en un primer momento. Así, el confinamiento y las posteriores restricciones provocaron que numerosas fábricas y profesiones, tanto nacionales como internacionales, cesaran su actividad. Con la vuelta a la normalidad, muchas de esas fábricas se han visto abocadas al desastre, ya sea por el trabajo acumulado o por la incapacidad para volver a la normalidad.
En el sector automovilístico, ello se ha traducido en retrasos a la hora de recibir piezas, fabricar vehículos y, en general, importar bienes extranjeros. El resultado es lógico: la venta de coches de segunda mano se ha disparado. Así lo confirman la empresa de venta de coches de ocasión como Das WeltAuto Canarias, quienes han visto aumentar su demanda de manera increíble en los últimos meses.
Razones que explican el aumento del mercado de ocasión
A priori, podría parecer que la situación puede mejorar rápidamente. Así, aunque en un comienzo una fábrica puede tardar tiempo en volver a la normalidad, paulatinamente la actividad se retomará y las aguas volverán a su cauce. Sin embargo, la realidad es más compleja.
Numerosas fábricas de automóviles, las cuales están situadas en otros países (China, Estados Unidos, Japón…), están sufriendo escasez de piezas y aglomeración de los pedidos. Si durante meses estas empresas paralizaron o, al menos, ralentizaron su actividad, es lógico pensar que en la actualidad deben fabricar los vehículos anteriormente solicitados más los actuales. El problema se incrementa cuando las propias fábricas deben esperar piezas que llegan desde otros puntos, los cuales comparten la misma problemática. De este modo, la situación empeora, las piezas se encarecen por diversos motivos (siendo la escasez uno de ellos) y los vehículos, asimismo, incrementan su precio.
Al tiempo que en la cadena de producción los problemas se hacen evidentes, los consumidores continúan necesitando un vehículo. Dado que estos coches parecen no llegar o cuentan con listas de espera extensas, estos se ven abocados a buscar otras alternativas. Es aquí donde entran los vehículos de segunda mano o el mercado de ocasión.
A esta dificultad a la que se enfrentan los consumidores, se añaden otras. Por un lado, con la Covid numerosos usuarios han evitado utilizar transporte público, optando por adquirir un vehículo. Por otro, cuestiones económicas, como la subida del impuesto de matriculación para los vehículos importados, ha provocado que los usuarios busquen otras alternativas.
El crecimiento del mercado de ocasión
Adquirir vehículos de ocasión presenta ventajas. En contra de lo que muchas personas creen, en el mercado existen vehículos de segunda mano prácticamente nuevos, los cuales, por la razón que sea, han sido puestos a la venta. Por lo tanto, una de las cuestiones más interesantes está relacionada con la reutilización de vehículos ya fabricados, una decisión que supone una apuesta medioambiental.
Asimismo, los vehículos de segunda mano o de ocasión presentan ventajas económicas para los compradores. Así, es posible encontrar modelos con apenas 20.000 km de recorrido y que, sin embargo, suponen una rebaja fiscal importante con respecto al mismo modelo nuevo.
Entre los modelos más demandados por los usuarios, el diésel es la opción preferida. Asimismo, llama la atención que los consumidores prefieran vehículos de más de 10 años, aunque también encontramos híbridos o de 3 años de antigüedad.