En marcha
Hemos probado el motor D4 de 190 CV y nos ha parecido una muy buena opción para este coche con unos consumos medios razonables alrededor de los 7 litros. Lo peor de este motor es un sonido bastante alto a pesar que se trata de un diésel. Este bloque destaca por un par motor de 400 Nm y cómo lo entrega, a partir de muy pocas revoluciones. Acelera y recupera bien, a pesar que la caja de cambios de 8 velocidades fabricada por AISIN a veces tiene una lógica de funcionamiento poco lógica…
Fuera del asfalto, comprobamos que disponemos de una tracción óptima, sin llegar a la de un todoterreno puro y duro, es innegable, pero no nos cabe duda de que el comprador medio va a ir sobrado con la capacidad del XC40. Es más, apostamos que les dará hasta pena mancharlo y llenarlo de polvo y tierra, sobre todo por esa moqueta de color naranja del interior… Habrá SUV medios que se queden en zonas que, por altura al suelo y tracción, este Volvo pase sin excesiva dificultad. Sin ir hasta el extremo, el XC40 ha demostrado maneras y aptitudes. Una vez en marcha el XC 40 destaca sobre todo por la suavidad. El cambio automático de ocho relaciones es cómodo pero no es el más rápido del mundo.
Con el consumo controlado en autovía, activando el modo Eco. En la verisón R-Design, tenemos un botón que activa los modos de conducción. Estos actúan sobre la asistencia de la dirección, la velocidad de la caja de cambios, la respuesta del motor y la dureza de la suspensión. Los programas son: Eco (para una conducción eficiente), Confort (conducción comfortable), Off-Road (conducción fuera de carretera o en zonas muy resbaladizas), Dynamic (modo más deportivo) y Personalizado. Las suspensiones se antojan un poco blandas en el modo Eco, pero hay que ser consciente de que esto es así para compensar las veces que abandonarás el asfalto, donde se necesita algo más de permisividad en las suspensiones. Si quieres más dureza, el modo Dynamic te dará lo que necesitas, dejando un coche que balancea poco en curvas.