El fabricante germano ha anunciado en Ginebra que su gama híbrida enchufable con técnica diésel tendrá dos nuevos integrantes: tanto el Clase C como el Clase E, en sus versiones diésel, incoporarán sistemas de hibridación de tercera generación.
La andadura iniciada con el Clase S (S 560 e) cuenta ya con dos nuevos integrantes. Las variantes diésel del Clase C y el Clase E contarán con un sistema híbrido. Estos modelos ofrecen lo mejor de dos mundos. En ciudad circulan con propulsión eléctrica, y en recorridos largos se benefician de la mayor autonomía que permite el motor de combustión interna. Mercedes-Benz combina ahora por primera vez los nuevos motores diésel de cuatro cilindros con la propulsión híbrida de tercera generación. Por el momento, solo hay unidades de preserie, llegando las primeras a finales del verano de 2018.
El motor diésel y el sistema híbrido más moderno
Los nuevos Clase C y Clase E combinan por primera vez el motor diésel más moderno de la marca con un sistema híbrido recargable por conexión a una fuente externa de alimentación. La fuente de energía formada por el nuevo motor diésel de cuatro cilindros OM 654 y la transmisión híbrida de 9 marchas 9G-TRONIC de la generación más reciente. Una potencia eléctrica de 90 kW, un par motor eléctrico adicional de 440 Nm y una autonomía eléctrica de unos 50 km en el ciclo normalizado europeo son los valores característicos previstos.
Esto es posible en la tercera generación de modelos híbridos gracias a la nueva batería de iones de litio, con una capacidad energética de 13,5 kWh. El nuevo cargador de a bordo duplica la potencia de carga, de 3,6 kW a 7,2 kW. Basta con conectar la batería descargada a un Wallbox para recargarla completamente en el propio domicilio en solo dos horas. Si se utiliza una toma de corriente doméstica convencional es suficiente con un periodo de carga de unas siete horas.