En marcha
Debajo del capó, el Korando sigue contando con un potente motor turbo diésel de inyección directa Euro6 con 2,2 litros de cilindrada y 178 CV de potencia. Destaca de manera sobresaliente la cifra de par motor, con 400 Nm, lo que permite circular cómodamente, afrontar pendientes pronunciadas y circular fuera del asfalto con garantías.
Gracias a la experiencia de la marca en la fabricación de vehículos 4×4, el Korando dispone de 18 centímetros de altura libre al suelo, 22,6 grados de ángulo de ataque, 28,3 de salida y 18,5 ventral. Además, se puede elegir en configuración 2wd (delantera) ó AWD (4×4) de tipo conectable. Esta última, permite además bloquear el diferencial central al 50% hasta 40 km/h, para circular por zonas de baja adherencia.
Hemos comprobado un consumo más que aceptable. En los tramos de autovía, a ritmos legales, hemos fijado los 6,7 litros a los 100 km con cierta facilidad. A la hora de afrontar terrenos más empinados y revirados, nos hemos ido a 7,4 litros, pero no nos parece una cifra, ni mucho menos, para tirarse de los pelos. Eso sí, si nos adentramos en el asfalto urbano, los 8,4 litros aparecen sin dudar.
En este mismo orden de cosas, hemos comprobado un nivel de rumorosidad un pelo más elevado que sus rivales en la categoría. No llega a ser molesto, pero sí es algo mayor, tanto mecánico, como aerodinámico, que en la competencia. También en curvas más o menos amplias y prolongadas, notamos un pequeño balanceo de la carrocería, aunque nunca temes porque llegue a ser un problema.