El Suzuki Swift vuelve con fuerza. La tercera generación del buque insignia de Suzuki se renueva con acierto. El nuevo modelo del segmento B llega con novedades estéticas, avanzadas tecnologías de seguridad y una carrocería mucho más ligera.
El Suzuki Swift, disponible en siete colores de carrocería, con cuatro combinaciones bitono, prescinde del diesel por completo y llega a España con dos motores gasolina: el 1.2 Dualjet de 90 CV y el potente 1.0 Boosterjet Turbo de 111 CV. En ambos casos, sorprenden por su ajustado consumo y su amplio rango de utilización.
El nuevo Suzuki Swift llama la atención por su nueva carrocería, hecha al gusto europeo. A su vez, el interior es deportivo y funcional. Las manillas de las puertas montadas en el pilar C añaden a su estilo un aire deportivo, al mismo tiempo que la iluminación LED aporta un toque de alta tecnología. Quizá estos sean los rasgos más llamativos de una carrocería realmente innovadora.
La tercera generación del Suzuki Swift, contando desde su reinvención en el segmento en 2005, ofrece una distancia entre ejes 20 milímetros más larga, algo que beneficia notablemente su habitabilidad interior, a pesar de que la longitud total del vehículo es 10 milímetros más corta (ahora mide 3,84 metros). Es 15 mm más bajo y 40 mm más ancho, de forma que se acentúa su aspecto bajo y ancho.
Mejora así su comportamiento aerodinámico reduciendo en un 8% su resistencia al viento comparado con el Swift actual. El aumento de la batalla ha permitido que su maletero aumente su capacidad en 54 litros frente a la actual generación, ofreciendo un volumen de 265 litros, que se pueden ampliar hasta los 579 litros en caso de abatir la fila posterior de asientos.
Descansa sobre la plataforma “HEARTECT”, de nueva generación, que infiere un impresionante comportamiento al vehículo gracias a su ligereza y alta rigidez. El nuevo Swift ofrece una gran experiencia de conducción con un peso de solo 840 kg, 120 menos que la del actual Swift. La sensación de la dirección hace que la conducción sea divertida en carreteras sinuosas y estable en largas rectas. Unos motores revitalizados consiguen un comportamiento dinámico y un considerable ahorro de combustible.
El diseño completamente nuevo de la suspensión, ligera y más rígida, mantiene la característica dirección de respuesta rápida del Swift, al tiempo que proporciona una conducción confortable y ágil. El radio de giro es de 4,8 metros, es decir, 0,4 metros menos que la generación precedente.
De los dos motores que ofrece en España, el BOOSTERJET, el más potente del dúo, ofrece una eficiencia en el consumo de combustible y una potencia considerable. Su sistema de inyección directa de combustible ofrece un bajo consumo de carburante al tiempo que el turbo ofrece las sensaciones de conducción que, según la marca, son equiparables a un motor de 1.8 litros. Además, encontramos en el nuevo Swift la opción con tracción a las cuatro ruedas en el Dualjet 1.2 con cambio manual. Sorprendente, pero real.
El Nuevo Swift también está disponible con el motor de gasolina 1.2 DUALJET de 90 CV. Conocido ya en Baleno e Ignis, mejora en un 5% el consumo de combustible en comparación con el 1.2 DUALJET montado en el Swift actual. Este motor se puede combinar con el cambio manual de cinco velocidades o la transmisión CVT, que destaca por su suavidad de funcionamiento.
El sistema SHVS se puede combinar por primera vez con el motor BOOSTERJET. Este sistema funciona de idéntico modo que en otros modelos que incorporan el sistema híbrido: en situaciones que requieren un alto consumo de combustible como al arrancar o acelerar, el SHVS ayuda a reducir el consumo de combustible al proporcionar soporte del motor eléctrico ISG (Integrated Starter Generator) utilizando la electricidad generada a través de la frenada regenerativa.
En cuanto al interior, el Suzuki Swift incorpora interesantes novedades como la pantalla LCD de 4,2 pulgadas en el panel de la instrumentación y en la que se muestran informaciones sobre el estado y rendimiento del vehículo, como el reparto de par y fuerza G a la que se está sometiendo al vehículo durante la conducción. Además, cuenta con la pantalla táctil de 7 pulgadas que permite la conexión de un smartphone al sistema de audio por bluetooth y puerto USB compatible con MP3/WMA/ACC y una ranura para tarjetas SD. Permite el uso de aplicaciones del Smartphone a través de Apple CarPlay, Android Auto o MirrorLink.
El Nuevo Swift monta por primera vez un avanzado sistema de detección de Suzuki que combina una cámara monocular con un sensor láser que ofrecen avanzadas funciones de seguridad como la frenada de emergencia autónoma, la alerta de cambio de carril y el asistente de luces de largo alcance. También utiliza el radar milimétrico en el control de velocidad adaptativo.
La gama Swift dispone de dos acabados: GLE y GLX. En la versión de acceso, GLE, conviene destacar el ordenador de a bordo, los asientos delanteros calefactables o la pantalla táctil. La versión GLX añade faros LED, función de navegación, control de velocidad adaptativo con limitador, climatizador automático y arranque sin llave.
El motor 1.2 de 90 CV está a la venta en el acabado GLE, después de ofertas y promociones, por 12.250 euros. En el caso del potente 1.0 de 111 CV, con el acabado GLE lo encontramos desde 13.450 euros.
La nueva gama Suzuki Swift se pone a la venta a finales del mes de abril.
CON EL NUEVO SUZUKI SWIFT POR MADRID Y PROVINCIA
Un centenar de kilómetros con una unidad con el motor 1.2 nos ha servido para hacernos una idea de cómo va el nuevo emblema de Suzuki. Teniendo en cuenta que hemos podido poner a prueba el menos potente de las dos opciones que tenemos en España, puedes hacerte una idea de las prestaciones del más potente, aunque intentaremos probarlo en breve.
Antes de nada, alabar y aplaudir el trabajo de los diseñadores de Suzuki. Se nota que el nuevo Swift se ha hecho pensando en Europa. No hace falta más que comentar que el Swift europeo es 4 centímetros más ancho que el que se vende en Japón. Nada que ver la conducción en uno y otro escenario, con lo que el aspecto deportivo y estable de las unidades europeas es más que evidente con respecto a las niponas.
Visto de frente, a nosotros nos recuerda notablemente a los últimos Mazda, en especial a la parrilla del MX-5. Llamadme loco… pero tiene un aire bastante cercano con esa especie de gran boca negra. También los nuevos faros y su potente e innovadora firma lumínica llaman la atención sobremanera.
Su vista lateral a muchos les parecerá muy similar, pero nada más lejos de la realidad. El techo flotante, que se consigue gracias a la continuidad negra de los tres pilares con las ventanillas, especialmente el C, el trasero, con el tirador integrado, es realmente interesante. De verdad que esta vista es espectacular, con las ruedas situadas lo más en los extremos posible.
La zaga también se ha renovado. Tienen mucha importancia los grupos ópticos, muy rojos, personales, con led y un sesgo claro para la marcha atrás que realmente llama la atención. Ojo a la situación del antiniebla, muy abajo, expuesto a los golpes aparcando, y a la luneta trasera, fina y elegante, con un llamativo, aunque no grande, alerón superior, con la tercera luz de freno integrada. De verdad, gran trabajo.
El interior también ha sufrido un buen revolcón. Como suele ser en coches pequeños, la impresión visual es mejor que la táctil. Y no porque esta sea mala, sino porque el plástico duro rugoso lo invade casi todo, con los riesgos de ajustes y crujidos venideros que, de momento, no se dieron en esta toma de contacto.
Lo que vemos en el habitáculo nos gusta. Preside el negro, pero todo con el hilo conductor de la modernidad. El volante es realmente bonito y práctico, destila incluso más calidad que el resto del habitáculo. También el cuadro de mandos, con más tecnología incluso de la que podríamos pensar. No vale de mucho en un coche que no puede ser nada deportivo con estos motores, ¡pero incluso cuenta con medidor de fuerzas G! Habrá que esperar a octubre para ver el Suzuki Swift Sport, que montará el 1.4 Turbo que ahora da 140 caballos en el Ignis.
Lo tocamos todo, y parece que todo encaja, aunque hay demasiado plástico. Recuerdas el PVP y piensas que es coherente. Bien los asientos, el cambio de cinco velocidades… el navegador y su pantalla táctil es idéntica a la del Ignis, y para estar donde estamos, la verdad, no está nada mal.
Las plazas traseras son muy decentes. Se nota el esfuerzo de la marca por dar más espacio a los pasajeros traseros, y la verdad es que lo han logrado. El maletero sique siendo algo escaso, pero ahora tiene unos 55 litros más que antes, luego de nuevo hay que apreciar el trabajo de Suzuki por dignificar un coche que tiene una pinta fenomenal.
Empezamos a conducir, y de nuevo volante, dirección y pisada nos gusta. En ciudad se nota cómodo, a nivel de suspensiones y con una tecnología tan práctica, como que un pitido nos avisa de una posible colisión ante el frenazo repentino del coche que nos precede. Bravo.
Salimos de la ciudad y en carretera abierta comprobamos que el motor, dentro de sus limitaciones, estira hasta las 6.300 rpm, donde está el corte de encendido. Sólo son cinco marchas, el motor es el que es, pero da para llevarlo con cierta alegría. Eso sí, no esperes aceleraciones fulgurante porque no existen.
El motor es justito, puedes plantearte viajes sin problema, pero su entorno real es la ciudad. En curvas se muestra muy seguro, se sostiene realmente bien y sorprende su estabilidad y frenada.
Pasan los kilómetros, volvemos a la ciudad, y la mayor sorpresa viene cuando vemos el consumo medio de este centenar de kilómetros… y es que se estabiliza en 5 litros justos a los 100 kilómetros. Mezcla de conducción suave y zapatilla en zonas de curvas, amén de un buen rato en la urbe, nos regala una media realmente interesante. Una unidad con el rodaje recién hecho. ¡Apenas mil kilómetros en el odómetro!
Nos quedamos con las ganas de coger una unidad con el SHVS, el sistema híbrido que ayuda al motor de combustión y concede la pegatina eco a las unidades que lo montan, con todo lo que ello significa. La diferencia de precio son unos 750-800 euros, por lo que en función de donde vivas puede interesar.
Fabricados en Japón –no en Hungría-, Suzuki Ibérica espera vender 1.500 Swift en el primer año de visa y vemos argumentos suficientes para que esto ocurra.
Óscar González Soria – oscargonzalez@revistadelmotor.es
Twitter: @oscarglezsoria
Instagram: andreaenzo