Una sinfonía de V10
20 cilindros rugiendo a la vez, 1.220 CV propulsando al unísono a estos dos toros. Quizá uno de los momentos más especiales del día. No tanto por saber si ganaba el Huracán LP610-4 o el Huracán LP610-4 Spyder, sino por poder disfrutar, escuchar, sentir, a estos dos Lamborghini compitiendo el uno contra el otro.