En marcha
Algunos de los motores con los que estará disponible en el mercado son comunes con los Clase A de Mercedes-Benz (igual que la plataforma), todos de cuatro cilindros. La gama de motores diésel del Q30 queda integrado por dos opciones, un 1.5 y un 2.2. El 1.5 dispone de 8 válvulas y entrega una potencia de 109 CV a 4.000 rpm y un par motor de 260 Nm entre las 1.500 y las 2.500 rpm. De este motor destaca un consumo medio homologado de sólo 3,9 l/100 km. Mucho más potente es el motor de 2.2 litros de origen Mercedes cuya potencia asciende hasta los 170 CV entre las 3.400 y las 4.000 rpm. Su par motor, de 350 Nm entre 1.400 y 3.400 rpm y su consumo medio homologado es de 5.1 l/100 km.
Hemos conducido el Infiniti Q30 durante algo más de 1.400 kilómetros, centrándonos en el manejo y en las bondandes del motor 1.5d. El trabajo realizado por Infiniti para ofrecer un tacto excelente al Q30 ha dado sus frutos. Es un coche muy fácil de conducir, efectivo y a la vez confortable. Se ha dotado de mucha rigidez al chasis, la dirección se ha preparado para reducir esfuerzos, los asientos rebajan tensión en la columna, no faltan dispositivos de seguridad o de ayuda a la conducción como advertencia de colisión frontal, control de crucero inteligente, asistencia de aparcamiento, reconocimiento de señales de tráfico, luces led, aviso de ángulo muerte, cambio de carril…
En conducción el Q30 se siente un producto bien hecho, con un chasis que acomoda satisfactoriamente todos los elementos introducidos para ayudarnos a la conducción, lo que es realmente agradable. El motor 1.5 d de 109 CV es una delicia. Silencioso, voluntarioso desde muy pocas revoluciones, no es un motor súper potente, pero no nos hace falta más para marcar cruceros dentro de los límites en sexta velocidad sin tener que cambiar de marcha, incluso para remontar las eternas cuestas de camino a Coruña, nuestro destino por esta vez. El cambio manual de seis velocidades trabaja con suavidad y eficiencia. La dirección es perfecta y la sensación sobre el asfalto es de poder ir mucho más rápido de lo que dicta la normativa legal de tráfico gracias a su respuesta. El consumo pasa ligeramente de los 5,6 litros a los cien km en modo normal, pero también hemos visto los 7 litros de media en conducción más animada, que teniendo en cuenta la orografía y el «modo prueba», aprovechando la aceleración máxima, lo damos por bueno.