La cuarta generación del Kia Rio llega con fuerza. Aumenta el agrado de conducción, la agilidad y el espacio, aumentando la calidad percibida. Nuevo motor gasolina de 3 cilindros, frenada de emergencia autónoma, conectividad y un maletero de 325 litros.
El nuevo Kia Rio viene a echar más leña al fuego en la dura pugna por ser el más vendido en el segmento B, coches de 4 metros, que cada vez llegan con más centímetros, tecnología y aptitudes de coche grande. Cuarta generación del Rio, con un diseño vanguardista, más practicidad, tecnología de seguridad, nuevos sistemas de conectividad y una conducción más atractiva.
Como puerta de entrada a la marca coreana, el Rio afianza su atractivo diseño. Uno de los principales objetivos en el diseño de este pequeño gran urbanita ha sido lograr una conducción más placentera. Diseñado y desarrollado para satisfacer los deseos y necesidades de una mayor variedad de clientes, el nuevo Rio quiere jugar un papel cada vez más importante en el catálogo de Kia. En España, junto al Sportage y el Cee’d, el Rio completa el podio de súper ventas de la firma asiática.
Fabricado en Corea, los centros de diseño de Alemania y California han dirigido el innovador diseño exterior e interior del Rio. La imagen del nuevo Rio viene definida por líneas rectas y superficies sutiles que le dan un aspecto nuevo y diferenciador además de un carácter más maduro que a su predecesor.
En el frontal, el Rio presenta la última evolución de la parrilla «tiger-nose» de Kia, ahora más fina en altura y más ancha a lo largo del frontal, con una cubierta de la rejilla en color negro brillante. La parrilla está integrada con los grupos ópticos de nuevo diseño, más esculpidos para tener una imagen nítida y con una firma luminosa LED en forma de U. Las luces de niebla delanteras del Rio se han movido hacia el exterior y hacia arriba en el paragolpes, añadiendo más anchura visual al conjunto. Sobre el capó, más largo, resaltan unas nervaduras que lo recorren desde los pilares A hasta los faros y la parrilla.
De perfil, presenta una estampa alargada y más equilibrada, debido a un largo capó, un voladizo delantero mayor, un aumento de 10 mm en la batalla (hasta 2.580 mm), un voladizo trasero más corto y un pilar C más fino y menos inclinado. En conjunto es 15 mm más largo que su predecesor –ahora mide 4.06 metros– y tiene 5 mm menos de altura (hasta 1.450 mm). Unas líneas rectas y claramente definidas recorren el coche a la altura de los hombros y sobre las puertas, lo que refuerza una imagen más estable y segura del coche.
La parte trasera del Rio ahora está menos inclinada, con una luneta casi vertical. La línea recta que recorre el coche desde la parrilla, a través de los faros y sobre la parte superior de las puertas, continúa alrededor de la parte trasera, se integra con unos pilotos traseros más finos y esculpidos, ahora con la nueva firma luminosa de LED en forma de flecha. Como ocurre en el frontal, más ancho, el diseño trasero del nuevo Rio también dota al vehículo de una apariencia más poderosa.
A nuestro país el Kia Rio llega con una gama de siete colores de carrocería y tres diseños de llantas, de 15, 16 y 17 pulgadas de diámetro. El Rio se venderá con carrocería de cinco puertas, la versión de tres puertas ni se contempla, y una futura versión GTI está realmente lejos, por no decir descartada.
En cuanto al diseño interior, el nuevo Kia Rio se distingue por un habitáculo moderno, con formas más esculpidas y una disposición más ergonómica que la de su predecesor. Además, ha sido diseñado para albergar una nueva gama de tecnologías. Líneas rectas recorren el salpicadero a lo ancho y dan forma al interior, otorgándole una apariencia más amplia y una sensación de mayor espacio para los ocupantes. Las salidas de aire horizontales otorgan una mayor amplitud visual al habitáculo, en combinación con las líneas rectas que marcan la forma del salpicadero.
El salpicadero está ahora orientado hacia el conductor, una disposición que proporciona un ambiente más deportivo, enfocado a la conducción y con un carácter premium. En el centro hay un nuevo sistema de infoentretenimiento, un HMI (interfaz hombre-máquina) «flotante» con una pantalla táctil de alta resolución. Por debajo del HMI, la consola orientada al conductor tiene menos botones y, para controlar la calefacción y la ventilación, una disposición más ergonómica con interruptores cóncavos y mandos giratorios.
El nuevo Rio está dotado con tecnologías modernas y funcionales. Diseñado para dar a los usuarios un mayor confort, el nuevo modelo está disponible (según versiones) con luces y limpiaparabrisas automáticos, control de Crucero (Automatic Cruise Control ACC), limitador de velocidad, y ayuda al aparcamiento con cámara trasera.
Se ha prestado especial atención a la mejora del aislamiento del ruido del viento, carretera y motor. Se han adoptado nuevos materiales para mejorar la insonorización en el salpicadero y reducir los niveles de ruido del motor en la parte delantera de la cabina.
El espacio, a todos los niveles, ha sido uno de los principales elementos que se ha trabajado en el nuevo Kia Rio. El aumento de 10 mm en la batalla y 15 mm en la longitud contribuyen a incrementar el espacio del habitáculo y del maletero. El espacio para las piernas crece hasta 1.070 mm delante y 850 mm detrás, mientras que el espacio para hombros es mayor que en sus rivales. El nuevo Rio es 5 mm más bajo que el anterior, pero de igual manera aumenta la cota de espacio para las cabezas.
El habitáculo del Rio ofrece más espacios de almacenamiento que antes. En la base de la consola central hay una doble bandeja para dispositivos móviles u otros objetos pequeños, en el techo existe un hueco para guardar unas gafas de sol y la guantera tiene un único espacio. Hay huecos para botellas en cada puerta (caben envases de 1,5 l en las delanteras y de 0,5 l en las traseras) y dos grandes portabebidas en la parte delantera. Las puertas tienen incorporados huecos en sus asideros, además del que encontramos en el reposabrazos.
Con un volumen de maletero 37 litros mayor, el Rio llega a los 325 litros, lo que le posiciona entre los mejores de su categoría. En su configuración para España está equipado con una rueda de repuesto temporal. El depósito de carburante, ubicado bajo la banqueta trasera, tiene 45 l de capacidad, dos más que en el modelo anterior, proporcionando de 34 a 58 kilómetros de autonomía adicional por tanque.
En cuanto a conectividad, en el centro del salpicadero está el nuevo sistema de infoentretenimiento de Kia. Puede equipar una pantalla táctil de 5 pulgadas «flotante» para el sistema de sonido con seis altavoces o una pantalla táctil de 7 pulgadas y navegador, con los Servicios de Conectividad de Kia provistos por TomTom, así como Android Auto o Apple CarPlay para la integración de smartphone.
Motores: Apostando por propulsores de tamaño reducido y turboalimentados Kia se decanta por los últimos motores T-GDI (turbo gasoline direct injection) de tres cilindros y 1,0 l. Este compacto y ligero motor se introdujo por primera vez en el renovado Kia Cee’d de 2015 y se espera que registre la mayoría de las ventas en el Rio en Europa. El Rio con el motor T-GDI de 1,0 l tiene una potencia de 100 CV a 4.500 rpm y 172 Nm de par; tiene un consumo combinado entre 4,3 y 4,5 l/100 km con unas emisiones entre 99 y 102 g/km de CO2.
Además, en gasolina, el Rio se ofrecerá con el motor atmosférico MPI (inyección multipunto) de 1,25 l y 84 CV que alcanza su potencia máxima a 6.000 rpm y un par máximo de 122 Nm. Este motor tiene unas emisiones de CO2 de 109 g/km.
Para quien busque unas emisiones aún más bajas, el nuevo Rio también se venderá con un motor diesel de 1,4 l con 70 ó 90 CV. En cualquiera de sus dos versiones, esta mecánica tiene las emisiones de CO2 más bajas en la gama Rio; 92 g/Km CO2 para el motor de 70 CV y emisiones entre 96 y 98 g/Km en el de 90 CV.
Todos los motores aplican la potencia a las ruedas delanteras, a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades para los motores de gasolina, y de seis velocidades para los diesel. En un segundo nivel de comercialización, el Rio incorporará la misma mecánica de 1,0 litros de tres cilindros, en su versión de 120 CV, ya vista en su primo el Hyundai i20.
Antes de revelar nuestras impresiones de conducción con tres de los motores que se ofrecen, terminamos la teórica hablando de seguridad, diciendo que este Rio es uno de los coches más seguros de su clase, provisto con un conjunto de sistemas avanzados de asistencia a la conducción de Kia (Advanced Driver Assistance Systems, ADAS). Construido sobre un bastidor de acero reforzado de alta resistencia, está seguro de lograr cinco estrellas en las pruebas de choque Euro NCAP.
El Rio es el primer modelo del segmento B con el sistema de asistencia a la frenada de emergencia (Autonomous Emergency Braking AEB) con reconocimiento de peatones. El sistema AEB del Rio utiliza un sistema de detección con un radar de largo alcance para prever posibles colisiones con otros vehículos o con peatones y ayuda a detener el coche por completo o mitigar el efecto de la colisión en caso que esta sea inevitable. El sistema de asistencia de mantenimiento de carril (Lane Departure Warning System LDWS) avisa al conductor si se sale de carril sin accionar un intermitente.
Los precios también ‘evolucionan’ con respecto a la generación anterior. 10.909 euros es lo mínimo que pagarás por el nuevo Rio, en concreto por el 1.2 de 84 CV con acabado Concept. El tricilindrico de 100 CV lo puedes tener en acabado Concept por 12.484 euros. En diesel, el de 70 CV lo tienes por 13.284 euros y el de 90 desde 13.784 euros, siempre después de ofertas y promociones varias. Los acabados, Concept, Drive y Tech, disponibles en todos los motores salvo en el 70 CV diesel, que no cuenta con el Tech. Pasado el tiempo, llegará un nuevo tope de gama, el acabado GT-Line.
El nuevo Rio llegará a España la primera semana de abril, y siempre con garantía de 7 años o 150.000 km.
CON EL NUEVO KIA RIO POR LISBOA Y ALREDEDORES
En dos jornadas de presentación europea bien aprovechadas, hemos podido ponernos a los mandos de diversos Kia Rio, así, tenemos una idea formada de los que están impulsados por gasolina, de 84 y 100 caballos, y del diesel de 90. La mecánica de gasóleo de 77 caballos no estaba disponible para que la prensa internacional pudiera probarla.
Así las cosas, de inicio nos subimos a una unidad roja, que guarda bajo el estilizado capó el motor de un litro y tres cilindros de 100 caballos. Sin duda, será el que más se venda en España, en un segmento donde el diesel no ha podido desbancar a la SP95. Nos gusta lo que vemos, tanto por fuera como por dentro. El Rio ha sabido evolucionar. Quizá la silueta no dice mucho, pero la zaga es magnífica, bonita, robusta, musculosa, deportiva. Delante tan sólo la firma lumínica, en forma de U, y la nariz de tigre casi cerrada por completo, destacan en una imagen algo anodina.
Pasamos al interior y en el tope de gama el aspecto del habitáculo ofrece un buen ambiente. Aún así, detectamos gran cantidad de plástico negro, aunque en ninguna de las unidades probadas, cuatro diferentes, se ha puesto en duda los ajustes o el ensamblado. Perfectos. Los asientos recogen bien sin ser deportivos, el volante se regula en altura y profundidad, el guiado de los cambios manuales es impecable… aunque en el gasolina de 84 caballos el pomo redondo tiene pinta de ser vintage.
Bravo por las pantallas táctiles de 7 pulgadas del navegador utilizado, con un anclaje perfecto. También nos gusta la claridad y legibilidad del cuadro de mandos, con ordenadores de a bordo correctos y muy informativos, independientemente de que el acabado sea de entrada a gama o el tope de la misma. Buen ejercicio de estilo en la consola central, con muy poquitos botones y superficies limpias.
Por cierto, las plazas traseras parecen de un compacto como poco, mucho espacio para piernas, realmente increíble. Y los 325 litros del maletero se pueden dividir en un doble plano. Bajo él, una rueda de repuesto de galleta. Lástima que la boca de carga esté algo alta y haya que dejar caer la maleta unos buenos centímetros hasta el fondo. Ah, una cosa más… hay entrada de USB tanto delante como detrás. Bravo.
Arrancamos y nos ponemos en marcha con el motor que llevará la voz cantante en las ventas, propulsor que ya probamos en su día en el Hyundai i20 Active o su hermano el Cee’d. Y no nos disgustan nada estos 100 CV. Alcanza su máximo régimen de giro en las 6.600 rpm y en altas es donde está más cómodo, porque por debajo de 1.700 rpm puedes hundir el pedal a fondo que no notarás nada. Está muerto. Gana velocidad muy poco a poco, desesperante, como la mayoría de tricilíndricos en bajas, y deberás estar despierto para darle al cambio. En cuanto a uso y rumorosidad, está bastante bien afinado, sin ser el mejor de los tricilindricos probados hasta ahora.
Fuera de esta peculiaridad, motor que no suena demasiado y que en un recorrido muy variado de algo más de medio centenar de kilómetros estableció una media de 5,8 litros a los 100 km, con algunos episodios más racing para comprobar el funcionamiento de unas suspensiones que nos han demostrado estar perfectamente calibradas.
Tras bajarnos de esta unidad, abordamos una azul para dirigirnos al cercano circuito de Estoril y pasar una serie de pruebas de agilidad. Y nos quedamos sorprendidos. Primero, porque en el trayecto de ida y vuelta hacemos un consumo de 5,1 litros a los 100 km. Segundo, porque hacemos ejercicios de handling, esquiva, frenada… y notamos el coche duro, compacto, bien acabado, con una capacidad para decirnos que es fiable y ágil espectacular. Nos gusta.
La aceleración es algo más pobre. A pesar de ser un cuatro cilindros, se nota que tiene un poco menos de potencia que el de tres cilindros. Aún así, si andas vivo, en una hipotética carrera no estarías muy lejos del que goza de un centenar de jamelgos, pero sí es cierto que tienes que llevarlo más alto de vueltas y es ahí cuando la rumorosidad y la insonorización, por mucho que se haya mejorado, sigue siendo evidente y molesta.
Por último, cogemos el diesel de 90 caballos en color gris oscuro, casi negro, para dar un largo paseo que nos lleva desde la costa hasta la montaña, pasando por bosques, autovías y algún camino sin asfaltar. Y acabamos encantados. De nuevo menos de 6 litros en el marcador de consumo medio, y eso que dimos rienda suelta a nuestra adrenalina en unas pistas forestales asfaltadas que parecían un tramo de rallies.
El motor empuja lo justo, de manera coherente, pero da para divertirte. Y eso mola con un gasóleo de 90 caballos. La frenada, la dirección… de verdad que parece un coche más grande. Este Rio puede ofrecer una conducción atractiva, con estabilidad y reacciones ágiles, al tiempo que mejora el confort de suspensión. El pequeño coreano goza de una suspensión delantera independiente tipo MacPherson y una trasera de eje torsional… y nos parece que está más que bien afinado.
Hasta aquí nuestra toma de contacto con los nuevos Kia Rio. En abril la comercialización, y un poquito más allá, ¡la prueba y el vídeo correspondiente!
Óscar González Soria – oscargonzalez@revistadelmotor.es
Twitter: @oscarglezsoria
Instagram: andreaenzo
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