Interior y vida a bordo
En el habitáculo, el ambiente del Opel Mokka X ha sufrido una pequeña gran revolución. El nuevo salpicadero está organizado alrededor de elementos orientados más en horizontal. Tiene un aspecto más sencillo y limpio, y se respira una gran calidad en todos sus componentes, materiales y ajustes, aunque casi nos cabe un dedo de la mano en la ranura que queda entre la puerta y el salpicadero al cerrar la puerta. Más grande aún en el lado del piloto que en el copiloto.
Obviamente, aclaramos que ayuda a que se respire más calidad en materiales y ajustes el hecho de estar conduciendo una unidad con el acabado Excellence, que es el tope de gama. El cuero de los asientos, la calidad de la pantalla táctil del navegador, el volante… de verdad que parece casi un interior Premium.
La consola central se ha remodelado alrededor de la pantallas táctil en color de 8 pulgadas y de los distintos sistemas multimedia de nueva generación. Ahora ofrece elegancia refinada y un diseño más puro con menos botones –muchas funciones son ahora accesibles a través de las pantallas táctiles-.
Además, el cuadro de mandos es aún más limpio y legible, con dos grandes esferas y en el centro una pantalla cuadrada de información con los datos del ordenador de a bordo, más fácil de leer y ordenados. Sin embargo, muy a nuestro pesar, seguimos con el mismo sistema para acceder a estos datos, con las teclas en la barrita del intermitente izquierdo, que necesita que soltemos la mano del volante para accionarla. Tampoco nos gusta mucho el tacto y diseño de la palanca del freno de mano. Lo cambiaría en la siguiente renovación sin dudarlo.
En cualquier caso sí que parece que, en el habitáculo, haya más continuidad en cuanto al diseño de todo. Sigue existiendo mucho plástico negro donde mires, pero ahora hay menos botones, el cuadro de mandos es un poco más sencillo y claro que antes, pero no detectamos muchas más mejoras, salvo la ya comentada pantalla para el navegador y todo lo que implica el Wi-Fi y el OnStar, algo que el comprador valora seguro.
En cuanto a espacio, comprobamos la existencia de muchos huecos para vaciar los bolsillos. Delante y detrás de la palanca, dos portabebidas, en las puertas, junto a la rodilla izquierda del conductor. En cambio no entendemos lo difícil que resulta conectar un USB o una toma auxiliar de lo que sea, puesto que se ha escondido mucho las entradas en uno de esos huecos.
Los asientos son muy cómodos, máxime en una unidad de prensa que cuenta hasta con calefacción en las plazas delanteras. Atrás encontramos, de manera increíble por las medidas exteriores del Mokka X, unas plazas traseras realmente notables, nunca encontraremos tope ni en altura ni en piernas ni nada.
Quizá sea estos centímetros extra en las plazas traseras la culpa de que el maletero, con apenas 356 litros de capacidad, quede algo más justo. Si sacrificas la rueda de repuesto, como decimos en el vídeo, tendrás un generoso espacio extra con capacidad para muchas más cosas.
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