En marcha
El ASX tiene una oferta de motores con dos versiones diésel 200 DI-D y 180 DI-D, junto a un propulsor de gasolina 160 MPI y, desde este mes de junio, se amplía la oferta de mecánicas con el 220 DID Automático. Los motores diésel “4N1” han sido desarrollados conjuntamente entre Mitsubishi Motors Corporation (MMC) y Mitsubishi Heavy Industries, Ltd. (MHI). Comparten elementos básicos (bloque de aluminio fundido, tapa de los balancines de resina, etc..) y disponen de avanzadas tecnologías, como un sistema de inyección directa common rail con una presión elevada a 2.000 bares, con 4 cilindros y 16 válvulas, doble árbol de levas en cabeza (DOHC) y cumplen la norma Euro 5.
La nueva versión tope de gama 220 DID Automático está equipada con un motor diésel «4N1» de 150 CV y caja de cambios automática de 6 relaciones. Con 2.2 litros de cilindrada, es sólo 10 kg más pesado que la versión 1.8 DiD y desarrolla 150 CV de potencia máxima con un par motor de 360 Nm, con un consumo homologado de 5,8 l/100 km, y 153 gr/km, respectivamente, aunque a nosotros, en conducción normal, sin buscar el ahorro, nos ha dado un consumo de 7,5 litros. Se podría bajar, pero con un cambio automático de convertidor de par lo vemos complicado. Esta versión de 2.2 litros estará disponible únicamente con caja de cambios automática y sistema de tracción integral 4WD, y solo con el máximo nivel de equipamiento correspondiente al acabado Kaiteki.
Todos los motores cuentan de serie con la tecnología ClearTec para reducir al máximo las emisiones de CO2 compuesta por dispositivo “Auto Stop & Go”, dirección eléctrica EPS, “Sistema de Control de Generación” y neumáticos de baja resistencia a la rodadura. La caja de cambios automática de seis velocidades INVECS-II (“Intelligent & Innovative Vehicle Electronic Control System”) cuenta con gestión totalmente automática o secuencial en modo Sport, que permite seleccionar las velocidades bien a través de las levas situadas en el volante o bien mediante la propia palanca de cambios.
Esta transmisión automática por convertidor de par, se caracteriza por unas transiciones muy progresivas y suaves, sin saltos ni brusquedades, proporcionando un gran confort de marcha. Tiene un modo Sport, que se supone está especialmente diseñado para extraer todo el potencial y prestaciones del motor diésel. Es verdad que es más inmediato, pero no destaca por unas prestaciones «deportivas» ni mucho menos. Este cambio es bueno en una conducción confortable y suave. Pero no destaca en nada si buscamos una conducción deportiva.