Interior y vida a bordo
El habitáculo ha sido rediseñado para el disfrute y confort de los ocupantes. Tiene una buena calidad percibida y dispone de un diseño sobrio y atemporal. No nos gusta los remates de plástico negro piano que se rayan con facilidad. Es una moda horrible que ha invadido a todos los fabricantes por igual. No se deben dar cuenta que estos plásticos se rayan desde el primer día y no es lo más bonito del mundo tener un troz0 de plástico rayado en la consola o el volante.
El volumen del maletero, 416 litros ampliables a 1.193 con los asientos traseros plegados, resulta muy competitivo en relación a los modelos de su categoría. Destacan los relojes indicadores de alto contraste con display LCD multicolor para la instrumentación, nuevo volante multifunción de cuero, de tres brazos con mandos de audio y con botón selector para el sistema 4WD, que sustituye al anterior mando giratorio sobre la consola. No faltan inéditos tapizados en los asientos y los recubrimientos de las puertas que ensalzan la calidad global del coche y su concepción deportiva. Completan las novedades nuevos y más sofisticados equipos integrados de audio tomados de la gama Outlander, entre ellos uno de alta gama con pantalla táctil de 6,1”, reproductor de CD y MP3 y 6 altavoces.
Los asientos delanteros y traseros tienen un mullido muy cómodo. No están diseñados para sujetar el cuerpo, sino para ser cómodos, y eso lo consiguen con creces. Sin embargo, el asiento del conductor no queda cerca del suelo y los conductores más altos verán como su cabeza queda demasiado cerca del guarnecido del techo. El respaldo de los asientos traseros quedará un poco bajo para los más altos, pero los reposacabezas están bien situados. El espacio interior, a pesar de ser un coche de 4,3o metros, es destacable. Mitsubishi ha aprovechado cada centímetro disponible y se lo ha dado a los ocupantes.