Cambio radical en Toyota. Con el diseño futurista por bandera llega el nuevo Toyota C-HR, un SUV derivado del segmento C que no va a dejar indiferente a nadie. Llega con un precio de 24.250 euros y sólo con un motor, híbrido de 122 caballos.

Alguno tendrá que frotarse los ojos al ver el logo de Toyota en un coche que parece que conduce la señorita de la lejía que viene del futuro o, al menos, que bien podría firmar su marca de lujo Lexus. Incluso echando algo de imaginación, parece el hijo no reconocido de un Honda Civic y el propio Lexus NX. En cuanto veas las fotos con detenimiento, entenderemos el porqué. En cualquier Toyota nos da el titular, aprovechando las siglas del C-HR para definir este SUV medio como Cool Hybrid Revolution.

Foto Toyota C-HR híbrido

La llegada al grupo Toyota de la plataforma TNA-G, la misma que lleva el novedoso Prius, ha hecho volar la imaginación de los diseñadores japoneses, que han puesto en la calle un coche que, en materia de diseño, es un adelantado a su tiempo con toda seguridad. Con unas líneas tan futuristas y atrevidas, está claro que este C-HR busca un dueño activo, casi caprichoso, amante del diseño y de las nuevas tecnologías, alguien moderno y con mentalidad viajera, curiosa y que, por supuesto, se identifique con el coche que conducen.

Al fabricar el C-HR Toyota se ha basado en tres principios: Se ha buscado la misma dinámica que en un compacto, un estilo emocional inconfundible y una calidad a todas las niveles lo más elevada posible.

El Toyota C-HR mide 4,36 metros de largo –tres más que el Auris-, tiene una batalla de 2,64 metros y casi llega al 1,80 metros de ancho. Mientras que en el diseño exterior se ha buscado la sensualidad, el dinamismo, y dejar bien claro que se trata de un Crossover, con una altura al suelo de 145 milímetros, por dentro se ha confiado en un diseño ‘sensual-tech’ para conquistar a un público objetivo que, según Toyota, está entre 35 y 40 años y, preferentemente, lo conforman parejas sin hijos.

Foto Toyota C-HR híbrido

En el habitáculo se respira diseño y modernidad; la tecnología también está muy presente. La consola central y la pantalla del navegador están orientadas, ligeramente, hacia el conductor. En Japón, sus ingenieros, han puesto mucha atención al modo de conducir en Europa, y han intentado adaptarse al máximo. Agilidad, fluidez, dirección directa y precisa…

La plataforma TNA-G ya mencionada antes, ha bajado el centro de gravedad del segmento C en el grupo 2,5 centímetros. Se ha ganado un 65% en rigidez y se ha mejorado y optimizado el sistema de suspensiones, amén de mejorar un 40% la eficiencia térmica del grupo eléctrico.

El C-HR puede tener un motor 1.2 turbo de gasolina en otros mercados, pero Toyota España apuesta decididamente por el híbrido, y será la única versión a la venta, con 122 caballos de potencia, un consumo homologado de 3,6 litros a los 100 km y sólo 82 gramos de CO2 por kilómetro.

Foto Toyota C-HR híbrido

El Toyota C-HR no regatea en seguridad, con un equipamiento fenomenal (Toyota Safety Sense). A los 9 airbags, incluido el de rodilla, se le suman dispositivos como el PCS, LDA. ACC, AHB, RSA y el Rear Cross Traffic Alert. El equipamiento de sonido JLB, de serie en el acabado más alto, tiene 576 watios de potencia y 9 altavoces. La conectividad también está a la orden del día y cuenta con tres años de actualización de mapas gratuita.

La innovación no cesa, y cuenta con la Nanoe tecnología, para lograr un aire más limpio en el habitáculo, de serie también en el acabado Dynamic Plus, el más alto de la gama. También en esta versión nos encontramos con la posibilidad de elegir pintura bitono, con el techo negro.

Centrándonos más en la oferta española, cabe destacar que las 200 unidades de lanzamiento a 29.000 euros, equipadas hasta arriba, se vendieron por internet en sólo tres semanas. Toyota España calcula que se venderán 9.000 C-HR en el primer año natural y que de todas sus ventas de modelos, el 60% ya serán híbridos en 2020.

Foto Toyota C-HR híbrido

Por último, el único motor disponible tiene cuatro opciones de terminaciones. El Active cuesta 24.250 euros y cuenta ya con el Safety Sense, llantas de 17 pulgadas, sensores de luz y lluvia automáticos y control de crucero adaptativo. El siguiente escalón es el Advance, que por 24.990 euros ya dispone de llantas de 18 pulgadas, cromados exteriores, lunetas oscurecidas, calefacción en asientos y parking assist.

Por 27.000 euros damos el salto al Advance Plus, que incorpora, entre otros elementos de menor enjundia, el equipo JBL y los faros Full Led. El más equipado de todos es el Dynamic Plus, que por 28.500 euros incorpora a todo lo anterior la pintura bitono, el Cross Alert, el cuero negro en el interior, entre otras cosas.

El Toyota C-HR ya está a la venta, disponible en los concesionarios Toyota.

Foto Toyota C-HR híbrido

CON EL TOYOTA C-HR POR MADRID Y ALREDEDORES

Hemos rodado un centenar de kilómetros con una unidad en color blanco del Toyota C-HR con el acabado Advance Plus. Pueden parecer pocos kilómetros para una toma de contacto, pero la verdad es que nos han parecido más que suficientes para hacernos una idea más o menos certera de lo que es este coche, que significa una pequeña gran revolución para la casa nipona.

Lo primero que hacemos es recoger la baba, pues pasamos tiempo con la boca abierta admirando cada línea y cada arista de un coche que ha puesto a Toyota a la vanguardia del diseño en la automoción. Sin duda el Toyota C-HR nos parece un adelantado a su tiempo, y viendo que Lexus siempre es aún más futurista al clonar los modelos de Toyota, hay muchas ganas de ver cuál es el equivalente en la firma japonesa de lujo.

No es fácil empezar por algún sitio. Los faros van mucho más allá de lo que apuntaba el nuevo Rav4, y forman una franja horizontal elevada, enmarcando el logo de Toyota, obviamente, con el fondo azul, como corresponde a los híbridos. Gran parrilla inferior para la ventilación, encastrando pequeños puntos de luz antiniebla.

Foto Toyota C-HR híbrido

El lateral es brutal. Un auténtico SUV coupé, con el techo descendiendo levemente desde el pilar B. Pedazo de alerón superior y aunque no tiene mucha altura al suelo (145 milímetros), los refuerzos sobre los pasos de rueda en plástico negro y los inferiores en las puertas, mucho más anchos, junto a las vistosas llantas, ofrecen un poderío tremendo, remarcado por la poca superficie acristalada y las ondulaciones de la chapa, que le confieren un dinamismo increíble. ¡Ojo al diseño y situación de las manetas de las puertas traseras!

La zaga está marcada por los enrevesados pilotos traseros, que enmarcan la misma de manera puntiaguda en los extremos superiores, justo por debajo de una luneta negra, estrecha y muy inclinada, que finaliza con el alerón descrito antes. Los ángulos caprichosos siguen para acoger los catadióptricos y la parte inferior del maletero. La tercera luz de freno va abajo del todo, mal sitio para evitar los golpes al aparcar.

El interior logra el objetivo ‘sensual tech’ marcado por la fábrica japonesa. Futurista, avanzado a su tiempo, con materiales muy estudiados, buenos engarces y tapicerías y guarnecidos de puertas casi visionarios, con una especie de revestimiento tridimensional, misma sensación que en parte del techo, lejos de ser sencillo y liso.

Foto Toyota C-HR híbrido

El volante es una vuelta de tuerca más al futuro, con un cuadro de mandos limpio moderno, muy ordenado y claro. El salpicadero, con el ribete azul separando la parte superior del resto, enmarcando la pantalla del navegador nos parece muy atrevido, pero también divertida y encaja con el estilo futurista del coche. Nos encanta que en Toyota se hayan olvidado de la mini palanca de los Prius, que no nos gustaba nada. Bien por el freno de estacionamiento por tecla, en el sitio habitual

Lo que menos nos gusta, hay que decirlo, pese a quien le pese, es la pequeña sensación claustrofóbica de las plazas traseras. De espacio no van nada mala, es la verdad, pero la ventanilla trasera es muy pequeña y estrecha, además, empieza más allá de donde está situada la cabeza en posición natural, y eso unido a las lunas tintadas, pues da una leve sensación de agobio a la que nos acostumbraremos en poco rato.

Es curioso porque el maletero, con sus 377 litros, nos ha parecido muy práctico y capaz, mientras que cuando asistimos a la presentación estática nos pareció mucho más pequeño.

Foto Toyota C-HR híbrido

Nos ponemos en marcha, y de primeras, como buen híbrido, no suena nada y la palabra ready luce en verde en el cuadro de mandos, indicando que ya está disponible para iniciar la marcha.

Cuando entra el motor de combustión en funcionamiento, la verdad, es que no hace demasiado ruido. Incluso hay veces que ni te enteras. A bajas velocidades y con las baterías llenas puedes rodar hasta dos kilómetros sin gastar una gota de gasolina.

Empezamos a cubrir kilómetros, y comprobamos que el cambio automático no es nada malo, pasa completamente inadvertido, salvo cuando damos un pisotón al acelerón, donde una vez más, el ruido producido del motor no es directamente proporcional a la sensación de velocidad. Como es habitual, y pese a los intentos por aislarlo e insonorizarlo, llega nítidamente la idea de que con ese ruido vas a ser capaz de despegar, cuando en realidad apenas ganas velocidad. Para que te hagas una idea, el 0-100 km/hora está homologado en 11 segundos.

Foto Toyota C-HR híbrido

Pasan los kilómetros, hacemos un mixto de carreteras de segundo orden, con muchas curvas y rotondas, paso por poblaciones y unos cuantos kilómetros en la ciudad. Nuestra media llega a 6 litros a los 100 km, aunque es verdad que en bastantes ocasiones hemos tenido que adelantar a vehículos lentos y hemos exigido bien al motor. El resto de compañeros se han movido entre 5,2 y 5,8 litros de media. En cualquier caso, lejos de la cifra homologada de 3,6.

La sensación de conducción es buena. Nos gusta la dirección, muy precisa y firme. También nos gusta su pisada, segura, firme también. El trabajo de suspensiones se nota y exigiéndole en algunas curvas, cuesta que pierda rueda, aunque también se nota una pequeña tendencia a subvirar. En cualquier caso, el objetivo de conducirlo como un compacto se logra, pues su altura al suelo tampoco es exagerada y se nota que el centro de gravedad está más bajo que cualquier otro SUV. Eso sí, este no tiene tracción a las cuatro ruedas como algunos competidores y, por su físico, tiene menos opciones de salir del asfalto.

Si no te vuelves loco pisando a fondo es un coche muy agradable de conducir, apenas entra ruido al habitáculo, sólo un leve murmullo aerodinámico al límite de las velocidades legales. Es incuestionable que en momentos puntuales te gustaría contar con algo más de potencia y aceleración, pero para un uso casi cien por cien urbanita es un coche ideal, que además no renuncia a pequeñas excursiones fuera de lo negro. Y eso sí, en equipamiento, imposible criticar o regatear nada. Chapeau.

Foto Toyota C-HR híbrido

En definitiva, un coche que pinta muy bien, que se va a vender muy bien, que va a entrar por los ojos a todos los que quieren lo último, lo más moderno, lo mejor, y ¡encima híbrido!

Óscar González Soria – oscargonzalez@revistadelmotor.es

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CONTACTO: TOYOTA C-HR. Revolución crossover híbrida

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1 comment

  • Este modelo me parece un coche de capricho para aquellos a los que no les gustan los coches, me explico, es un coche irracional, cualquier suv de segmento c y algunos del b lo superan en amplitud y practicidad, hay poca luz dentro, mal acceso a las plazas traseras y maletero justito, la altura libre la de un turismo convencional, pero nada de eso importa, este es un coche de capricho, de capricho para el que quiere algo moderno y llamativo para la ciudad, con todos los asistentes a la conduccion y un pantallon en medio, linea llamativa e hibrido que queda muy moderno. Para mi, darme un capricho en un coche es buscar un interior refinado y cuidado al detalle, un buen chasis, aislamiento acustico o calidad de rodadura…de nada de esto se percata el conductor medio hoy dia y en toyota, que de vender coches sabe algo,se han percatado y han sabido entender que un importante numero de gente hoy dia, enganchada a la Tecnología y a lo ultimo, va a estar dispuesta a pagar mas por este coche que por un auris mas convencional y logico, de eso se trata y sinceramente creo que es un gran acierto .

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