Michelin ha estado siete años alejado de la máxima expresión del motociclismo mundial, MotoGP. En este tiempo, las cosas han cambiado mucho…
La llanta de 16,5 pulgadas ha dejado paso a la de 17”. La electrónica lo invade todo, los pilotos son más agresivos, los circuitos tienen asfaltos muy variopintos y las motos tienen un buen puñado de caballos más. A pesar de ello, el debut de Michelin en MotoGP en este 2016 se puede tildar de éxito, y Piero Taramasso, en un castellano mucho más que aceptable, hace balance en Cheste de toda la temporada y nos confiesa algunas de las claves en las que han trabajado para lograr que esta ‘rentrée’ fuera lo mejor posible.
Revistadelmotor.es: Piero, lo primero enhorabuena por completar esta difícil temporada con tan buenos resultados. Lo segundo: ¿qué destacarías además del aprendizaje continuo y el desarrollo diario que habéis tenido que realizar?
Piero Taramasso: Gracias por tus palabras. La verdad es que Michelin ha hecho un trabajo descomunal. Al principio, a petición de los pilotos, tuvimos que centrar muchos esfuerzos en el neumático delantero, los pilotos pedían mucho más agarre, y con un poco de estrés, tuvimos que apretar los dientes y mejorarlo. No ha sido fácil, pues hemos evolucionado durante toda la temporada, y ahora que ha acabado, lejos de parar, ya estamos enfocando la semana siguiente de pruebas para lograr aún más agarre en los perfiles del neumático como primer paso de la constante evolución.
RM: ¿Qué objetivos de mejora tenéis además de más grip en tumbada?
PT: Es difícil generalizar el ‘feed back’ de pilotos y equipos, pero el trabajo se va a centrar en conseguir más agarre aún en la goma trasera y mejor feeling en el delantero. Queremos llevar a cada carrera el mejor producto, y ya el primer año hemos logrado mejorar los tiempos en tres circuitos con respecto a 2015.
RM: ¿Los pilotos estaban contentos de inicio con el neumático trasero?
PT: Al principio del año los pilotos nos pedían más en el delantero. El trasero no daba ningún problema. A mitad de temporada ya logramos un equilibrio entre ambos. Tuvimos la oportunidad de tomar como banco de pruebas el CEV, el campeonato italiano y el Mundial de Resistencia, por eso pudimos llegar a la primera carrera del año con un neumático que cumplió con creces.
RM: ¿A Michelin le viene bien que ahora haya tanta electrónica y controles de potencia, deslizamiento, tracción…?
PT: Sinceramente, la electrónica no nos ayuda demasiado, al contrario. Ahora se permite que la moto derrape más y eso genera más desgaste en el neumático.
RM: Aproximadamente, ¿cuántos neumáticos desplazáis a cada GP?
PT: Unos 1.400.
RM: Tras este buen comienzo en MotoGP, ¿os planteáis a medio o largo plazo entrar en el resto de categorías?
PT: (sonríe) De momento, los dos o tres primeros años nos vamos a centrar en MotoGP, pero no podemos dejar de mirar a las otras dos categorías. Posiblemente.
RM: Imaginamos que habrá habido muchas presiones de pilotos y equipos para que trabajaseis en la dirección que más les convenía a ellos… ¿no?
PT: (sonríe más que antes y pone cara de no querer/poder contar mucho) A mitad de temporada Jorge Lorenzo fue el que más nos criticó. También Dani (Pedrosa), que es muy ligero, nos contaba que no podía meter calor suficiente a la goma. Ducati también nos transmitió su queja, diciendo que el trasero era demasiado duro para ellos. Es más, en Argentina los destrozaban, decían que no podrían terminar la carrera. Fuimos capaces de reaccionar y en tres días enviamos a Austin, la siguiente carrera, un avión con gomas más duras y resistentes.
RM: ¿Qué método de trabajo se ha seguido en Michelin para evolucionar y dar a los pilotos lo mejor?
PT: Hemos trabajado mucho con simulaciones previas. Un programa muy potente derivado de la F1 nos ha servido para prever el desgaste vuelta a vuelta de una manera muy real. También hemos hecho muchos test privados, con pilotos de pruebas. Y no era fácil, porque los pilotos de pruebas son 1,5 o 2 segundos más lentos que los que compiten en el Mundial, y no te imaginas las diferencias de temperatura que se pueden dar en una goma de uno a otro. En 2017 estamos convencidos de que batiremos los records de casi todos los circuitos.
RM: ¿Cómo lo hacéis para ofrecer un neumático que sea coherente para un piloto de 55 kilos y otro de 80?
PT: No es fácil. Dorna nos dijo que teníamos que hacer el mismo neumático para todos, y cada uno tiene su forma de pilotar, muy diferente a la del rival. Además, ahora se llevan pilotajes muy bestias, muy agresivos, se genera mucha presión en el neumático delantero en frenada, también al abrir gas se genera más desgaste en aceleración… pero al final hemos logrado que todos miren a otro lado a la hora de mejorar sus prestaciones, abandonando la excusa del neumático.
RM: Dorna debe estar muy contenta tras una temporada con 9 ganadores distintos en MotoGP. Seguro que Michelin tiene buena parte de culpa en ello.
PT: (sonríe ampliamente, pero responde con modestia) También la meteorología nos ha ayudado mucho a ello. Pero es normal que se piense en ello y que podamos estar orgullosos. Cuantas más opciones de dureza das a los pilotos más posibilidades que alguien haga alguna apuesta arriesgada y, por lo que sea, triunfe con un compuesto que, a priori, no parece el más adecuado. Las victorias este año de Pedrosa y Crutchlow son un claro ejemplo. Pero no es sólo eso. Poder llevar tres compuestos distintos a cada carrera abre mucho el abanico de opciones y el espectáculo.
RM: No es lo mismo llevar un neumático para un Sepang recién asfaltado que para un Cheste con muchas curvas a izquierda… o las peculiaridades de Phillip Island… ¿Ha habido mucho quebradero de cabeza con esto?
PT: Hemos tenido que trabajar extra cada vez que afrontábamos un trazado peculiar. El reasfaltado de Sepang nos obligó a llevar un neumático mucho más duro de lo habitual, porque se comía la goma a gran velocidad. En otros con menos agarre había que hacer lo contario, apostar por lo más blando. Otros circuitos exigían un compuesto muy distinto en cada lado, incluso las carcasas… no ha sido nada, pero que nada fácil.
Poco más que añadir. El gigante francés del neumático, pese a alguna duda inicial por parte de algún piloto, y críticas puntuales de algún equipo, ha sido capaz de estar a la altura de la exigencia de MotoGP y contentar a todos. 2017 será un año de consolidación y, quien sabe, en 2018 puede que las Moto 2 ya luzcan un pequeño Bibendum sonriente en sus flancos. Tiempo al tiempo…
Óscar González Soria – oscargonzalez@revistadelmotor.es