Interior y vida a bordo
El interior del BMW M6 Coupé está pensado para integrar la deportividad de esta versión pero siempre en un ambiente de lujo y confort, capaz de albergar, en teoría, a 4 adultos y con un amplio maletero que cuenta con una capacidad de 460 litros. La realidad es que para que cuatro adultos entren de forma cómoda tienen que ser más bien pequeños. Con un conductor a partir de 1,80 metros no habrá sitio para las piernas de los pasajeros traseros.
Los asientos delanteros son espectaculares y cuentan con muchísimos reglajes para poder adaptarlos a nuestro contorno corporal. Estos han sido diseñados para ofrecer el máximo confort posible, aunque, gracias a su sujeción lateral que podemos ajustar a nuestro cuerpo, se puede practicar una conducción deportiva. Los asientos, están realizados en materiales ligeros, cuentan con ajuste eléctrico de la altura y doble inclinación del respaldo así como de la colocación horizontal del asiento. También cuentan con ajuste lumbar neumático y con un apoyamuslos que se puede ajustar de forma manual. Además, los reposacabezas cuentan con desplazamiento automático en caso de producirse una colisión trasera.
En el habitáculo encontramos lujo y deportividad a raudales. Los materiales de primera calidad como el cuero de los asientos, del salpicadero y de los paneles de las puertas así como la fibra de carbono presente en la consola central y en los paneles de las puertas, dan un toque perfecto entre lujo y deportividad. La instrumentación cuenta con la tecnología «black panel” así como los característicos indicadores redondos con luz blanca y agujas con luz roja. Los indicadores son específicos de la versión M y cuentan con el logotipo «M6» en el centro del cuentarrevoluciones. Además, cuenta con el sistema iDrive que incluye una pantalla plana, aunque como opción se puede equipar el navegador Professional que incluye la pantalla Control Display de 10,2 pulgadas. El volante, perfecto como ya es norma en BMW, tiene el diámetro y grosor perfecto. Además, el cuero que lo recubre es sumamente agradable al tacto. Es un poco blando, lo que se agradece.
En la parte baja de la consola central, flanqueando la palanca de la caja de cambios, se encuentran las teclas para el ajuste personalizado del chasis y el motor. A través de estos botones se puede configurar la forma de entrega de la potencia, el mapa característico del sistema de control dinámico, la línea característica de la dirección M Servotronic y el programa de cambio de 7 marchas con la caja de doble embrague M DKG. De esta manera, es posible configurar un ajuste muy detallado del reglaje del coche. Pulsando durante más tiempo cualquiera de las dos teclas de M Drive puede memorizarse el reglaje de preferencia. Gracias a que, por primera vez, un modelo de BMW M cuenta con dos botones M (1 y 2), se pueden memorizar dos tipos de reglajes y activarlos pulsando uno de los dos botones.
A través de uno de estos botones también se puede ajustar la cantidad de sonido del motor que llega al habitáculo. Según BMW, lo hace a través de un sistema que traslada las ondas acústicas del motor tras un procesamiento digital. A nosotros nos parece, como en todos los vehículos donde lo hemos probado, una chorrada prescindible. A ver quién es el que, teniendo un motor V8 que ruge como una mala bestia, prefiere un sonido modulado…