Interior y vida a bordo
El interior del Dacia Duster es… una pequeña gran decepción. Plástico duro a cascoporro y tonos grises oscuros, casi negros, para configurar un habitáculo bastante espacioso, pero que tiene menos guiños y concesiones a la alegría que los últimos presupuestos del gobierno español. Pura austeridad. La máxima expresión de la misma.
Una vez más, cuando entramos en un Dacia nos encontramos elementos de Renault Clio y Renault Mégane de hace varias generaciones. Las salidas de aire, la palanca del cambio, los palitroques de los intermitentes, con el claxon en el de la izquierda, el cuadro de mandos… al menos nuestra unidad de prueba tiene ordenador de a bordo, limitadito, eso sí, pero los acabados más bajos ni siquiera pueden contar con él.
El volante no tiene regulación en profundidad, la consola central tiene un saborcito muy rico a los años 80, pero eso sí, a robustez pocos le van a ganar, y eso sí, contamos con un navegador con pantalla táctil. Claro está, es un modelo que viene de TomTom y que tiene muy poquitas funciones, y encontrar el punto del zoom, no ya quitarlo, es la panacea.
Nos gusta que el grado de tactilidad sea bueno y que muestre la velocidad máxima de la vía, pero el hecho de no poder suprimir el zoom o contar con funciones casi básicas que puede tener cualquier otra, con gráficos mucho más decentes, es algo que en el año 2016 se podría paliar con muy poco presupuesto.
Los asientos son básicos. La tapicería oscura parece que aguantará bien los lavados y todo lo que le venga encima en un coche que aguantará más trabajo que disfrute. El mullido es bastante duro, acorde con todo en el coche. Digo esto porque la dirección o la palanca de cambios te harán más fuerte también a ti… cayendo un poco en la broma fácil… muchos se ahorrarán una jornada de gimnasio el día que les toque hacer unos cuantos kilómetros con el Duster.
Todo alrededor del conductor no puede ser más simple. Detrás del volante, tres esferas, para cuentakilómetros, cuentarrevoluciones y unos pocos datos en la parte derecha. En la consola central, mandos analógicos para el aire acondicionado y aún más abajo, el mando para elegir la tracción. Ojo porque, sorprendidos, el mando y el sistema de tracción provienen de la primera generación del Nissan Qashqai. Al menos sabemos que este elemento es de este siglo…
Las plazas traseras sí que podemos decir que son bastante buenas. Hay espacio decente para tres adultos, aunque se ven por todas partes elementos donde se ha recortado en presupuesto. El tradicional hueco para revistas detrás de los asientos, aquí tiene una telilla de muy escasa calidad, que tiene pinta de romperse al tercer uso. Esto no quiere decir que no pueda durar toda la vida, pero el aspecto es ese.
En cuanto al maletero, tiene una capacidad muy decente, cosa que necesita un coche como éste, ya que será destinado a trabajar duramente en un buen porcentaje de casos, sea en el día a día, sea con la familia. Nos encanta encontrar una rueda de repuesto con las mismas medidas que las montadas en el doble fondo, pero hay que pagar por ella, no es de serie. Encima, una boca de carga plana, aunque algo elevada. Los 443 litros del 4×4 pintan ser bastante capaces. El 4×2 tiene 475 litros de capacidad.
Por cierto, la situación del dispositivo para regular los espejos retrovisores es de traca. Justo debajo del freno de mano. Terrible. Y sí, para repostar, de nuevo hay que sacar la llave del encendido y meterla en la boca del depósito para quitar el tapón. A la vieja usanza…
Para que te hagas una idea, el Laureate es el tope de gama y trae de serie: Aire acondicionado, Decoración interior de color Gris Platino (tiradores de puertas delanteras, embellecedor en brazo inferior del volante y moldura de decoración en los paneles de las puertas), Ordenador de a bordo con indicador de temperatura exterior, Elevalunas eléctrico de impulso en lado conductor, Pack Modularidad (Banqueta trasera abatible 1/3-2/3 + Volante y asiento del conductor regulables en altura + Cinturones delanteros regulables en altura), Parasol con espejo e iluminación en lado pasajero, Paragolpes de color carrocería / negro, Embellecedores de 16″ estilizados, Retrovisores exteriores eléctricos, Tiradores de puerta exteriores de color carrocería y Volante de cuero.
Como opciones y de pago, puedes montar: Sistema multimedia MEDIA NAV EVOLUTION: Navegador con pantalla táctil de 7», radio con toma Jack y USB, Bluetooth, info tráfico, aplicación AHA.. Regulador-Limitador de velocidad, Radar de proximidad trasero, Radar de proximidad trasera con cámara, Elevalunas traseros eléctricos, Tapicería de cuero, Llantas aluminio 16″ gris, Pack Look Gris (Barras de techo cromadas + Llantas aluminio 16″ gris + Protecciones de bajos y latera les cromados + Retrovisores gris + Cristales laterales y traseros sobretintados + Cánula de escape cromado), Pintura metalizada y Rueda de repuesto.
Al césar lo que es del césar… lo mejor de todo esto es que los precios de las opciones, navegador incluido, son pura ganga. Si no lo ves, no lo crees.
Motor, acabados y equipamiento
Se agradece una conclusión tan clara a la prueba, este coche es lo que es, muy correcto, pero desde que saliera al mercado tengo la sensación de que intentan venderlo como otra cosa, como un coche de imagen pija pero barato y no es eso. Es un SUV low Cost, al menos en su concepción pues por precio no anda tan por debajo de por ejemplo un Renault Kadjar, y para el usuario medio el salto de calidad y confort y por su mismo precio te puedes plantear el vitara y las versiones sencillas de asx o yeti, pero este coche es otra cosa un coche sencillo y duro al tacto, perfecto para aquel que vive en zona rural y lo quiere como herramienta de trabajo para andar por caminos y tratarle sin mucha delicadeza, pero para aquellos urbanistas que quieren un suv para moverse por la ciudad, llevar los niños al cole y de vez en cuando meterse un viaje largo por autovia…pues no, no es el coche y no, el ahorro no lo compensa pues la diferencia es mucho menos que lo que se pierde.
Mención a parte merece el tema de los consumos y la enésima constatación de que los pequeños turbo gasóleo no son ninguna panacea en la vida real, me gustaría ver cuánto gasta un Mazda cx3 con motor gasolina 2.0 en comparación con este 1.2, porque con similar tamaño y peso nos vamos a 2 litros mínimo a favor del motor «grande», sin entrar en otras comparaciones, así que, quien está ahorrando con esto?
Lo has clavado! 😉 Buen análisis