Así ha evolucionado el Audi A5 Coupé en nueve años

El Audi A5 llega a su segunda generación con importantes cambios, pero ¿son estos cambios tan discretos como parecen o la evolución con el primer A5 es mayor?

Quizá Audi es una de esas marcas que de vez en cuando, sino que apuesta por unas líneas que prefiere ir evolucionando para que la imagen de marca se adapte a los nuevos tiempos pero sin que sus productos pierdan el carácter de Audi. Por esto la marca se ha ganado la fama de ser muy conservadora y de no arriesgar con la llegada de nuevos modelos. Por eso queremos enfrentar al nuevo Audi A5 con su antecesor y saber en qué forma las líneas del A5 han evolucionado.

Frontal

Está claro que la parrilla Singleframe sigue siendo el eje articulador de la imagen frontal del Audi A5. Sin embargo las formas sencillas y redondeadas dieron paso, con el lavado de cara de 2011, a una parrilla hexagonal que permitía un nuevo diseño de los faros. La forma hexagonal sigue presente en el nuevo A5 pero ahora es igual de ancha en su parte superior y en la inferior.

Podríamos decir que los faros han vuelto, ligeramente, a lo que vimos en el modelo de 2007. El diseño exterior sencillo daba todo el protagonismo a la organización interna de las luces, que eran las que marcaban la mirada del coche. Pero con el lavado de cara de 2011 los faros tomaron mayor protagonismo al cambiar notablemente su forma y dar una gran importancia a la iluminación LED. En el nuevo A5 el diseño de los faros parece estar a caballo entre los modelos de 2007 y 2011, ya que ha recuperado, en cierta medida, ese diseño sencillo, pero su forma respecto a la parrilla y su iluminación siguen siendo importantes.

Lateral

Los más críticos con Audi verán en el lateral del nuevo Audi A5 la excusa perfecta para volver a criticar a la marca. ¿Por qué? Porque su imagen ha permanecido prácticamente inmutable durante todos estos años. Cuando Audi presentó el A5 en 2007 sorprendió con una línea de cintura redondeada y pronto se convirtió en una de las claves del éxito del diseño. Esa línea de cintura convivía con una zona acristalada que recordaba, de algún modo, al Audi Coupé quattro.

El lavado de cara de 2011 no afectó en absoluto a la vista lateral, salvo por algún nuevo modelo de llanta. En el nuevo A5, Audi ha preferido mantener el diseño lateral casi sin cambios. Quizá porque son conocedores de que es uno de los aspectos que más gusta del coche. Aunque la línea de cintura es igual, es cierto que la línea del paso de rueda delantero está más marcada y que en ella se ha incluido una pequeña salida de aire que le da un toque extra de personalidad al coche.

Trasera

La zaga del coche mantiene la tónica de evolución del resto del coche. Las líneas de los modelos de 2007 y 2011 eran las mismas, con un ligero pliegue en la puerta del maletero a modo de spoiler. Los pilotos sólo cambiaron en su diseño interior. Ahora, el nuevo A5, ha mantenido ese pliegue de la puerta del maletero, pero ahora es algo más pronunciado. Los pilotos, que recuerdan en forma a los del modelo anterior, ya no son planos. Ahora juegan con la profundidad de la puerta del maletero de una forma similar a como lo hace el Audi A4.

Interior

Sin duda alguna en el interior es donde más cambios se han producido. Quizá su diseño no produzca sorpresa por su similitud con otros modelos de la gama, pero respecto al anterior modelo hay que reconocer que es un gran salto. La consola central se ha simplificado notablemente y la pantalla ha pasado de estar incrustada en una cúpula a estar desnuda en la parte alta del salpicadero. Un salpicadero que ha sido conquistado por los aireadores. Detrás del volante llama la atención el cambio de los elojes analógicos con una pantalla en la parte central a una gran pantalla TFT que ofrece toda la información.

Ahora la pregunta es clara y podéis dejarnos vuestras respuestas en los comentarios. ¿Es suficiente la evolución del diseño del Audi A5?