Diseño
Pocas veces es tan fácil describir con palabras una imagen. En el mundo del automóvil, el reclamo estético es fundamental, y este FIAT 500L Living se convierte en un trampantojo, pues busca casi desesperadamente sus similitudes en los elementos del FIAT 500 para vender un nuevo concepto, pero siendo sinceros, no han logrado dar en la diana tal y como pretendían.
El FIAT 500L Living es poco atractivo visualmente, aunque para contrarrestar eso veremos luego que juega a tope la baza de la funcionalidad. Y es que, desde determinados puntos, el coche parece una pequeña furgoneta, un intento vano de estirar y estirar una carrocería que no da mucho más de sí.
Sólo por delante podemos afirmar que estamos ante un FIAT 500, o su sucedáneo. Visto frontalmente, sin tener la perspectiva del resto de la carrocería, sí que los grupos ópticos y la configuración de la parrilla nos dice rápidamente que estamos delante de un 500, aunque la altura de la carrocería y la anchura, para los que estén más iniciados en estas lides, pueden dar lugar a la sospecha.
La zaga ya no deja lugar a la duda. Más alta, más recta, una carrocería ya sin forma de huevo, mucho menos ovalada, con una gran luneta trasera tintada en negro. Pilotos traseros que son completamente diferentes al original, lo mismo que los grupos ópticos inferiores, encastrados en un parachoques de plástico negro que también alberga la matrícula.
Y es ya con la vista lateral cuando nos caemos del guindo y apreciamos la brutal diferencia entre un FIAT 500 y el FIAT 500L Living. Ni más ni menos que 78 centímetros de nada. De la chapa del lateral de este 500L Living salen como poco un par de 500 tradicionales. La superficie lateral acristalada se estira hasta el infinito y casi más allá, para albergar un enorme maletero con cinco plazas, o siete plazas, con dos traseras que sólo valen para estaturas liliputienses con plaza fija en el Cirque du Soléil.
La impresión visual es que se podía haber utilizado una distancia entre ejes mayor para que no ‘sobrase’ tanta carrocería por ambos extremos. Siguiendo con la sinceridad como bandera de estos análisis de coches, y sin entrar en funcionalidades o habitabilidad, no hemos encontrado a nadie que le gustase este coche.