En marcha
El Yaris sorprende por lo bien que va en todo tipo de vías, es un coche cómodo y fácil de utilizar. Las cualidades que lo hacen fácil de conducir salen a relucir en la ciudad, donde podemos aprovechar la agilidad de su dirección, que está muy bien parametrizada. También por sus dimensiones, más corto y estrecho que algunos de sus contrincantes, lo que hace que sea más fácil de aparcar y de meter por las calles más estrechas.
A destacar que es un coche con un nivel sonoro bajo, algo a lo que ayuda el motor, que rodando por debajo de las 3.500 rpm es un motor silencioso. Lo segundo, por la ausencia de grillos, ruidos o vibraciones extrañas. En la ciudad, el motor de 100 CV responde perfectamente en las dos primeras marchas. Incluso en tercera velocidad sale con cierto brío. Otra cosa son las recuperaciones, algo que son es el fuerte del motor, lastrado por las marchas con unos desarrollos tan largos. ¿Dónde están los 100 CV? a partir de las 3.500 rpm, empezamos a sentirlos, hasta las 6.500 rpm, momento en el que el corte de inyección hace de las suyas. Pero no es un motor que se sienta a gusto a esas revoluciones y su rumorosidad aumenta en exceso. No está diseñado para eso.
El consumo medio, estuvo en los 6 litros a los 100 kilómetros. En ningún momento el ordenador de a bordo marcó consumos superiores.
Análisis preciso y completo del coche; imposible superarlo en menos de 9 minutos.
Muchas gracias Ramón! un cordial saludo 😉