La historia siempre es apasionante. Si esa historia es la de una marca referente en el mundo de la automoción como BMW, la cosa se vuelve aún más interesante. BMW cumple cien años y lo hace con una selecta exposición en Madrid con modelos históricos y emblemáticos, tanto de dos como de cuatro ruedas. Pasen y vean.
BMW está presente en 140 países y da trabajo a 122.000 empleados. En 2015 vendió la friolera de 2.247.485 coches… y no olvidemos que es una marca Premium. Con 30 fábricas en 14 países, BMW es uno de los referentes mundiales en cuanto a tecnología, conectividad y sostenibilidad.
Hoy, en Madrid, y de manera exclusiva para prensa y clientes vip, se han reunido, gracias a varios coleccionistas de manera desinteresada, algunos vehículos que han marcado un hito en esos cien años de historia, y que www.revistadelmotor.es ha podido disfrutar en primera persona gracias a la gentileza del departamento de comunicación de la marca en España.
El último Serie 7, el mítico Z8 de James Bond, el MINI Cooper más icónico, el increíble Isetta que marcó una época, los futuristas i3 e i8… y volviendo la vista mucho más atrás, el exclusivo 327 Coupé, el 326 Cabriolet, el 2002 Turbo, el primer M3…
…y sobre dos ruedas, le increíble R35, la casi pionera R12, la impactante K1, la GS ganadora del Dakar… o la novedosa retro Nine-T, lucen orgullosas como pedacitos de una historia absolutamente increíble.
El 7 de marzo de 2016, BMW cumplió 100 años de existencia como empresa. Durante este periodo, un pequeño fabricante de motores aeronáuticos con sede en el norte de Múnich se ha transformado en fabricante líder de automóviles y motocicletas Premium.
100 AÑOS DE HISTORIA… TANTAS HISTORIAS…
Resumir, condensar, cien años no es tarea fácil. Elegir caminos independientes lleva a soluciones innovadoras. El motor aeronáutico BMW IIIa presentado en 1917 demostraba ya una potencia, fiabilidad y eficacia excepcionales operando a gran altitud. Estas características se basaron en un diseño básico robusto y un motor en línea de seis cilindros, y en el uso de materiales especialmente ligeros combinados con una tecnología innovadora para el carburador y el arranque.
BMW también adoptó un camino independiente cuando desarrolló la primera moto de la empresa. Mientras otros fabricantes todavía trabajaban con la geometría de bicicletas, la BMW R 32 se diseñó de forma consistente en torno al motor. El modelo presentado en 1923 fue la primera moto con un motor Bóxer de dos cilindros opuestos, que llevaba una caja de cambios manual atornillada directamente al motor y la transmisión se realizaba por una barra en lugar de por una cadena o correa. Estos atributos clave siguen siendo característicos de las motos BMW con motores Bóxer o “flat-twin” hasta nuestros días.
Después de que la compañía se convirtiera también en fabricante de automóviles en 1928, al principio fabricaba coches pequeños basados en un diseño contemporáneo establecido. Sin embargo, todas las convenciones de la época se rompieron cuando el BMW 303 se convirtió en el primer coche de gama media presentado por la marca, con motor en línea de seis cilindros. El modelo se presentó en 1933 y estableció un perfil que se destacaba de sus competidores por el distintivo contorno de la cubierta del radiador, que todavía hoy en día es reconocible como la parrilla BMW en forma de riñón. Más importante aún, el coche también pesaba poco gracias al uso del bastidor tubular con tubos dobles de distintas secciones, que se usaban por primera vez en un automóvil. Los ingenieros de diseño refutaban así la convicción ampliamente aceptada de que solamente un vehículo pesado podía dar estabilidad de conducción. El BMW 303 era ligero, aceleraba rápidamente, frenaba sin esfuerzo y tomaba las curvas de forma ágil y segura. BMW patentó el bastidor tubular con tubos dobles y siguió basando sus automóviles en el principio de optimizar el peso.
Asumir responsabilidad, enfrentarse a retos. La producción de motores aeronáuticos fue prohibida inicialmente en Alemania al final de la I Guerra Mundial y a partir de 1918, los motores para camiones y barcos y a partir de 1920 motores para motocicletas estaban entre los productos que llevaban el logo de BMW. Entre los compradores estaba Bayerische Flugzeugwerke AG, que pronto tendría un importante significado para BMW. La empresa asumió los derechos de la marca en junio de 1922 junto con el logo BMW, las instalaciones de producción y los empleados. El cambio del nombre de la empresa a Bayerische Motoren Werke AG también supuso el inicio del desarrollo como fabricante independiente de motores y vehículos. Dado que Bayerische Flugzeugwerke AG se fundó el 7 de marzo de 1916, esa es la fecha que hoy se considera que la compañía BMW fue fundada.
Poco después del relanzamiento de BMW, los motores aeronáuticos volvieron a estar en el punto de mira de las agencias gubernamentales y sus objetivos militaristas. Junto con gran parte de la industria alemana, los responsables de BMW también se guiaron por la ambición de conseguir un negocio eficiente dentro del marco de las condiciones políticas de los años 30 y 40. La empresa, por tanto, logró enormes beneficios con los nuevos esfuerzos para el rearme.
Durante el primer periodo de posguerra, la empresa tuvo que adoptar un nuevo enfoque en todos los aspectos de su negocio. La primera moto de la posguerra, la BMW R 24, no salió de la línea de producción de Múnich hasta 1948. La fabricación de automóviles no empezó de nuevo hasta 1952 y el éxito que se esperaba no le llegó a la empresa al principio. El momento clave llegó con el BMW 1500, el primer modelo de la “Nueva Clase”. Después de solamente unos años, BMW había pasado de ser candidata a la venta a convertirse en una compañía insignia.
A comienzos de los 70, cuando la tendencia al alza frenó bruscamente debido a la “crisis del petróleo”, los responsables de BMW se prepararon para afrontar los tiempos difíciles y salir de la crisis con fuerzas renovadas. En Múnich, se abrieron la nueva torre administrativa conocida como “Cuatro Cilindros” y el BMW Museum, y una nueva planta de producción iniciaba sus operaciones en Dingolfing. El BMW Serie 5 se presentaba como el sucesor de la “Nueva Clase”. Y de hecho la demanda empezaba a crecer a partir de 1975. BMW estaba en una posición increíble para responder con nuevos modelos, mayor capacidad de producción y una estructura de ventas optimizada.
Al principio de los 90, los responsables de BMW volvieron a encontrarse en una encrucijada. En 1994, siguieron la tendencia del sector hacia procesos de concentración y decidieron hacerse cargo del grupo británico Rover, para adquirir grupos objetivo adicionales con una gama más amplia de automóviles. La empresa no se vio coronada por el éxito. En el año 2000, el grupo Rover volvía a venderse y BMW continuaba solamente con el desarrollo de la marca MINI. La empresa, mientras tanto, había llevado a cabo una reestructuración y había comprado el nombre y los derechos de marca de Rolls-Royce Motor Cars.
Probando con los mejores: récords y éxitos en los deportes de motor
Ya al principio del siglo XX, los eventos de competición deportiva se consideraban el entorno ideal para fabricantes de coches y motos para impresionar al público con el rendimiento de sus nuevos vehículos. Conseguir récords nacionales e internacionales se percibía como otra forma de dar pruebas de tecnología avanzada. Por ejemplo, en junio de 1919, el piloto de pruebas Zeno Diemer causaba sensación con un récord mundial de altitud en avión. Voló a una altura de 9.760 metros en un avión con un motor aeronáutico BMW IV. Los motores BMW impulsaron el Dornier “Wal” (Ballena), que fue el primer hidroavión en dar la vuelta al mundo en el verano de 1932, y el “rail Zeppelin”, que había conseguido un récord mundial de velocidad con 230 km/h el año anterior. El de BMW Works, Ernst Jakob Henne consiguió varios récords mundiales entre 1929 y 1937 sobre dos ruedas. Logró una velocidad 279,503 km/h en su último récord, que se mantuvo durante 14 años. También se han marcado récords en épocas más recientes, con el objetivo de demostrar la fuerza innovadora. En el circuito de pruebas de BMW en Miramas, Francia, el prototipo BMW H2R estableció nueve récords para vehículos impulsados por hidrógeno en septiembre de 2004.
El primer éxito en competición de la marca BMW se consiguió en febrero de 1924. Este fue el día en el que el diseñador y piloto Rudolf Schleicher ganó la subida a Mittenwalder Gsteig. El slogan “Tested in Sport – Proven in Series” (“Erprobt im Sport – bewährt in der Serie”) se convirtió desde entonces en un comentario familiar, demostrado en muchos campeonatos alemanes y por los primeros éxitos internacionales. La victoria conseguida por Georg Meier con una máquina de competición BMW en 1939 fue un hito especial. Meier era el primer piloto no británico que ganaba el Tourist Trophy en la categoría de 500 cc, conocida como la Senior TT, en la Isla de Man. El piloto británico Jock West, también pilotando para BMW, llegó segundo. Exactamente 75 años más tarde, el piloto norirlandés Michael Dunlop seguía los pasos de Meier y llevaba a la victoria una BMW S 1000 RR en el Senior TT.
“Schorsch” Meier continuó con sus primeros éxitos en la posguerra y ganó el campeonato de Alemania en 1947. Las máquinas de competición del equipo con motor BMW en el Campeonato del Mundo de Sidecar lograron una serie de victorias especialmente impresionante, con 20 títulos de constructores y 19 títulos de pilotos entre 1954 y 1974. En 1980, la BMW R 80 G/S causaba sensación por primera vez en la competición off-road. A la victoria en el Campeonato de Europa de Off-Road le siguieron victorias en el Rally Paris-Dakar en los años 1981, 1983, 1984 y 1985.
El primer automóvil fabricado por BMW también demostraba su valía en competiciones deportivas desde el principio. Justo cuatro semanas después de que el coche saliera a la venta, el BMW 3/15 PS lograba la victoria en el International Alpine Rally. El legendario BMW 328 roadster hizo su primera aparición pública en circuito. En junio de 1936, Ernst Henne demostró su éxito sobre cuatro ruedas al llevar al nuevo modelo a la victoria en su categoría directamente en la Carrera Eifel del circuito de Nürburgring. Cuatro años después, la marca BMW lograba uno de sus mayores triunfos hasta el momento. Fritz Huschke von Hanstein y Walter Bäumer ganaban en la clasificación general de la carrera de resistencia Mille Miglia que se celebraba en Italia al volante del BMW 328 Touring Coupé.
Al principio, la época de la posguerra solamente trajo éxitos modelos en las competiciones de motor. La “Nueva Clase” también ofrecía la primera emoción aquí. En 1966, Hubert Hahne ganaba el Campeonato de Europa de turismos pilotando el BMW 2000 TI. También se convertía en el primer piloto que llevaba un turismo por la pista norte del Nürburgring en menos de diez minutos. La creciente importancia de los deportes de motor se manifestaba con la creación de BMW Motorsport GmbH en mayo de 1972. En los años siguientes, se consiguieron numerosos éxitos, principalmente en la competición de turismos. La colección de títulos aumentaba con el BMW 3.0 CSL, el BMW 635 CSi, el BMW 320 Grupo 5 y, aún más importante, el BMW M3 Grupo A, que se convirtió en el turismo de más éxito del mundo.
En 1982, BMW salía a la palestra de la Fórmula 1 como proveedor de motor junto con su colaborador, Brabham. El gran triunfo llegó solamente un año después. El piloto brasileño Nelson Piquet ganaba el Campeonato del Mundo. Fue el primer piloto en conseguir el título pilotando un coche con motor turbo. Como resultado de la remodelación de su compromiso con el deporte de motor, BMW volvía a la Touring Car Masters alemana (DTM) en 2012. El regreso supuso el máximo éxito de un golpe. El canadiense Bruno Spengler terminaba la primera temporada al volante del BMW M3 como campeón de la Touring Car Masters alemana. BMW también ganaba los títulos de constructores y equipo.
La empresa también preparó de forma precisa su primera moto para las necesidades del momento. La BMW R 32 se presentaba en 1923 y ofrecía características de manejo seguras y deportivas, además de un alto nivel de fiabilidad. La dirección tenía claras ventajas por su bajo desgaste y mínimo mantenimiento por caminos de tierra. BMW también aspiraba a atraer a clientes sofisticados con su nueva gama media de automóviles. Más aún, el BMW 326 presentado en 1936 llevaba un motor de seis cilindros y 50 CV y suponía una oferta exclusiva, con un generoso espacio interior y artesanía de alta calidad. Se vendieron unas 16.000 unidades y eso lo convirtió en el coche más vendido de la marca hasta ese momento.
BMW estaba en una trayectoria de éxito tanto técnica como comercial con sus motores aeronáuticos, motos y coches antes de que los cambios políticos en Alemania durante los años 30 llevaran a la alineación internacional de la empresa y a la diversificación de la producción civil a un final abrupto.
En la Alemania de la posguerra, el BMW Isetta reflejaba el espíritu de los tiempos durante los años del milagro económico. Se vendieron más de 160.000 unidades del “Motocoupé” – el biplaza tenía demanda incluso en EEUU, el país de los grandes coches. El BMW 700 cumplió sus ambiciones deportivas y se lanzó al principio como coupé en 1959 y algo más tarde como berlina. El éxito de ventas de este coche garantizó la supervivencia de la empresa. En 1961, BMW lanzó por fin un modelo, el BMW 1500, que los clientes estaban deseando. Los estrategas de ventas percibieron la necesidad de una berlina de gama media de alta calidad. Los ingenieros de diseño crearon un coche de cuatro puertas con un diseño estilizado, un potente motor de cuatro cilindros y una avanzada tecnología de chasis. La “Nueva Clase” era un símbolo de individualidad de alto nivel, y su carácter especial se basaba principalmente en características de confort y deportividad. En 1965, se lanzaba el modelo más potente hasta la fecha, el BMW 1800 TI/SA como plataforma para la competición, y al mismo tiempo, el nuevo eslogan, que se sigue usando hoy, resumiendo las razones del éxito de la “Nueva Clase”: “Freude am Fahren” – “The Ultimate Driving Machine”.
Siete años después, “The Ultimate Driving Machine” también se convirtió en el principio básico para las motos BMW. La empresa había lanzado anteriormente los nuevos modelos BMW R 50/5, BMW R 60/5 y BMW R 75/5 al mercado. Conducir motos se había convertido ahora en un pasatiempo de ocio que podía ser disfrutado de forma especialmente intensa con motos de turismo deportivas. En 1980, BMW preparó el próximo logro pionero en el segmento de las motos. La enduro touring BMW R 80 G/S fue la precursora de la popular categoría de motos que todavía ofrece puro placer de conducir hoy, tanto en carretera como fuera pista.
Una nueva forma de diversidad caracterizaba también el vehículo de concepto pionero con el que BMW causaba sensación en el sector del automóvil en 1999. Incluso antes de que el “boom” mundial de los SUV se estableciera, la empresa lanzaba el BMW X5 en el Salón Internacional del Automóvil de Detroit, que combinaba el rendimiento dinámico en carretera típico de la marca con características superiores para todo camino, posición alta de los asientos y tracción a las cuatro ruedas. Esto fue el inicio del lanzamiento del segmento de los Sports Activity Vehicle.
El Grupo BMW ostenta un papel pionero en el diseño de una forma de movilidad independiente de los combustibles fósiles y libre de emisiones. Desde 2013, el BMW i3 ha llevado el concepto de “Mejor máquina de Conducir” con un automóvil Premium completamente eléctrico. Además, el modelo híbrido BMW i8 presentado en 2014 permite a los conductores experimentar el futuro de los coches deportivos, a día de hoy.