El Skoda Yeti no es un coche nuevo en nuestro mercado, pero su última actualización, desdoblándose en dos perfiles, más ciudadano uno y más campero otro, le han venido mejor que bien. En esta prueba, conocemos más y mejor el Skoda Yeti Outdoor DSG 4×4 de 150 caballos. Muchas cosas buenas y algún detalle mejorable en un SUV medio que sigue en forma.

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Quien más, quien menos, ya conoce el Skoda Yeti, un coche práctico para casi cualquier situación con muchos argumentos para lograr hacerse un hueco en un segmento muy batallado últimamente, el de los SUV compactos. Es cierto que este abominable hombre de las nieves ni es abominable, ni se mueve mejor en terrenos resbaladizos, pero no es menos cierto que también puede ser una variante a SUV de categoría inferior, pues por medidas, 4,22 metros de largo, podría batallar con algunos como Renault Captur o Peugeot 2008, mucho menos preparados para abandonar el asfalto que el pequeño gran coche de Skoda.

Afortunadamente para la marca checa, en España se ven muchos más Yeti que la leyenda del pies grandes que corre de boca en boca en el imaginario de bastantes países, especialmente en Norteamérica. Al Yeti (leyenda) se le atribuye una pilosidad, una agorafobia y unos pies grandes que no se corresponde para nada con un coche versátil y muy funcional que, eso sí, recibe todo tipo de adjetivos para describirlo, porque por su estética, precisamente, no termina de enamorar. Está claro, es evidente, que el Yeti vende más por sus cualidades y aptitudes que por su diseño exterior, que no por ello significa que sea feo, aunque en más de una ocasión hemos escuchado comentarios ‘furgonetiles’ al respecto, quizá por su gran zona acristalada de mitad hacia atrás del vehículo.

El Yeti es fiel al ADN de la marca. Quizá es el menos favorecido en una relación calidad-precio que siempre es una baza fuerte en Skoda y que caracteriza a toda la familia centroeuropea, pero no es menos cierto que el Yeti maneja unos argumentos muy válidos para pelear por su cuota de mercado, sin recurrir a un precio descaradamente competitivo.

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A nivel estético no nos vamos a extender demasiado. El pequeño lavado de cara hace un año sirvió para mantener en primera línea de fuego al Yeti. Sus formas son reconocibles desde cualquier punto de vista. Faros, vista lateral, zaga… apenas ha cambiado mucho nada, quizá la prominente parrilla, separada por la matrícula, sea lo más llamativo de un restyling que ha servido para limar pequeños detalles de diseño. Se ha intentado darle un punto más de agresividad en la mirada, incluso apoyado en las preciosas llantas de 17 pulgadas que lleva nuestra unidad, pero el efecto no ha sido, seguro, tan eficaz como se pretendía.

Por dentro, tres cuartos de lo mismo. El Yeti ha gozado siempre de un habitáculo espectacular, increíble comprobar cómo en 4,22 metros de longitud puede haber tanta sensación de espacio, y tener además un maletero de más de 400 litros de capacidad. Y la forma cuadradota de la zaga del Skoda Yeti ayuda mucho a maximizar el espacio, eso sí, a costa de sacrificar atractivo exterior de manera innegable.

Hemos probado una de las versiones tope de la gama del Yeti. Diesel, 150 caballos, cambio DSG, 4×4, equipado hasta las cejas… normal que casi lleguemos a los 30.000 euros (29.020 con todos los extras de nuestra unidad) en la factura final… y no deja de ser un SUV compacto con unas medidas reducidas. Hay mucha variedad en su gama. Motores gasolina de 110 y 125 CV, diesel de 110 y 150, tracciones 4×2 y 4×4, cambios manual y DSG, acabados Active, Ambition, Montecarlo y Style… las posibilidades son casi infinitas, un punto muy fuerte en el catálogo del Yeti. El Yeti menos equipado y menos potente con todos los descuentos y promociones puede quedar por debajo de los 15.000 euros. La unidad que hemos probado, PVP, cuesta casi 26.000 euros, a los que hay que añadir 3.000 más en equipamiento, como los 1.165 euros  del techo panorámico. Mencionar expresamente el económico e interesante precio de muchas de las opciones apetecibles: 35 euros los parasoles dobles, 45 el detector de fatiga, 210 los asientos calefactables, 425 el sistema Kessy de apertura de puertas por proximidad y arranque por botón… A cambio, no nos gusta que algunos airbag no vengan de serie y sean un extra.

Skoda Yeti

El aire del interior del Yeti es, obviamente, marca de la casa. Sobriedad, calidad muy decente, ajustes muy buenos y orden y practicidad a prueba de conductores patosos y pasajeros nerviosos. Salpicadero con leve mullido, un cuadro de mandos correctísimo, de los más efectivos del panorama actual, impecable consola central con la pantalla táctil con sensor de proximidad, climatizador bizona de funcionamiento exquisito y todo muy a mano, con una calidad al toque o al roce digna de sus primos más caros y Premium de la compañía.

Discutimos un poco el volante achatado, absurdo en un coche que ni es deportivo ni pretende serlo a pesar de sus 150 caballos de potencia. Nos encantan los botones que hay en el mismo y el tacto del cuero microperforado, que también encaja mejor en un deportivo pero que te da una sensación de absoluto control. Nos encanta el cofre con tapadera en lo alto del salpicadero, muy práctico, igual que la botonera bajo el climatizador, donde está el botón que saca lo mejor del Yeti cuando necesita una mejor tracción.

Los asientos nos han gustado mucho, recuerda que estamos en el punto más alto de la gama y la mezcla de cuero y alcántara nos parece fenomenal para estar hablando de un Skoda Yeti que está lejos de la sensación placentera de sus berlinas mayores. A pesar de todo hemos de decir que, al volante, nos ha costado coger la posición, no nos hemos podido relajar del todo conduciendo, no sabemos si por culpa de la altura de la banqueta, el ángulo de inclinación, la distancia al volante… o todo junto. Y mira que todo es regulable…

Skoda Yeti

Las plazas traseras son otro punto fuerte del Yeti. El túnel central es algo voluminoso, mala cosa para el quinto pasajero, pero los dos laterales van a disfrutar de lo lindo del viaje, por espacio, comodidad y, si vas en una unidad como la nuestra, con techo acristalado panorámico, pues no os quiero contar la sensación de placer y luminosidad que se experimenta. En cuanto al maletero, con un pequeño doble fondo y todo tipo de dispositivos para hacer más fácil el transporte de todo lo que se te imagina, da de sobra para una familia al uso.

Llega la hora de hablar de dinámica y de poner el punto sobre las íes. Luces y sombras de un coche que, en líneas generales, es una compra notable. Partiendo de la base del buen motor que lleva, el dos litros de 150 caballos diesel, de fenomenal par motor y consumos muy loables, contamos aquí con dos variables más, que son el cambio automático de seis velocidades DSG y la tracción 4×4. También tenemos que contar con la tonelada y media de peso que marca la ficha oficial de un coche que, por qué no decirlo, cumple perfectamente como coche único en cualquier familia media.

Sabiendo que es un SUV que tampoco pone toda la carne en el asador para optimizar su uso fuera del asfalto, tenemos que alabar el balance de este Yeti, que en autovía y en ciudad se comporta de manera ejemplar, pujando por el bienestar de los ocupantes en todo momento. En la urbe, por medidas exteriores, salvo porque quizá es un poco más ancho de lo habitual, se muestra ágil y atento siempre a lo que te puede hacer falta en cada momento. Es una delicia contar con un motor que no necesita estar a más de 2.000 revoluciones por minuto para empujar, y encima con el cambio automático, la cosa es coser y cantar.

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En autovía y autopista sin ser un dechado de virtudes en insonoridad, el confort de marcha es bueno. La sexta es larga y los consumos son muy ajustados a velocidades legales. Suave, cómodo, es un placer cubrir cientos de kilómetros sin problemas, pese a tener un puntito más alto que los compactos similares en tamaño su centro de gravedad. El consumo medio tras más de 700 kilómetros ha sido de 6,4 litros a los 100 km, muy decente, la verdad. Hemos notado bastante sensibilidad a la velocidad, y cuando te das una alegría, el consumo se eleva de manera considerable.

No hemos buscado demasiado las carreteras de curvas para poner a prueba suspensiones y amortiguaciones, no es su hábitat, pero sí lo hemos sacado de lo negro para comprobar su aptitud offroad. Y la verdad es que nos ha dejado un poco indiferentes, a pesar de que tampoco esperábamos una tracción de lujo. Digamos antes que el compromiso de las suspensiones es alto, confortables cuando es menester, recias en caso de necesidad, aunque pecan más de suaves que de firmes. En cuanto a la tracción, la gravilla no es buena amiga de este Yeti, aún con el botón off road en modo ‘on’. Con mucha china el coche tiene dificultades para traccionar. Sobre nieve y barro, que también hemos probado, va un poco mejor, pero no transmite la seguridad que debería proporcionar al conductor un coche con tracción a las cuatro ruedas. Teniendo en cuenta esto, gracias a su buena altura al suelo podemos circular por pistas bacheadas y zonas difíciles sin demasiado problemas, pero después de alguna duda en terrenos a priori fáciles, extremarás las precauciones antes de aventurarte en terrenos inhóspitos.

En cuanto al DSG, de un tiempo a esta parte nos está empezando a gustar menos. Ni en modo S se ha mostrado mínimamente deportivo, aunque sí lo hacía a la hora de estirar las marchas, tanto, que parecía que se quedaban colgadas y no subía a la siguiente. También en parado ha dado algún pequeño tironcito que no solía darnos en muchas otras unidades probadas con este cambio. Las levas en el volante apenas las hemos utilizado, solo para subir marchas y bajar revoluciones cuanto antes para el consumo.

Skoda Yeti

En cuanto a los detalles que nos han gustado y los que no, chapeau por las soluciones en el maletero, totalmente simply clever, incluso por el mango para poder cerrar la puerta que quizá quede muy alta para alguno. Nos gusta el sistema de aparcamiento autónomo, que sólo necesita 60 centímetros de margen. También apreciamos el cajón de almacenaje bajo el asiento del copiloto, que la segunda fila de asientos sea 40/20/40 o la gran visibilidad trasera y hacia todos lados gracias a tanto cristal en la carrocería.

Bravo por el parasol doble por sólo 35 euros o los asientos calefactables por poco más de 200 euros. Buena calidad de la cámara de marcha atrás, asiento del copiloto plegable por si hay que cargar algún bulto largo… muy bien. A cambio, que haya airbags en opción y que no sean de serie es algo que no terminamos de entender.

Con la mano en el corazón

Un buen coche. Por tamaño, practicidad y capacidad es uno de los coches más prácticos y funcionales que existen en el mercado. Para pequeñas familias aventureras es la opción más racional, aunque de verdad que esperábamos mejor tracción fuera del asfalto. Variedad de mecánicas, cambios, equipamientos… una opción completa y equilibrada que no llama la atención por su estética.

Un coche para…

…quien he mencionado antes, una pequeña familia medianamente aventurera, pero sin tampoco pasarse. Matrimonios jóvenes que en el día a día ganar la batalla a la urbe de un lado para otro y el fin de semana no se les cae el techo de casa en la cabeza, porque siempre están fuera disfrutando de lo que les dé la gana. Un coche pintón que cumple como coche único.

KILÓMETROS PRUEBA – 775 kms

PORCENTAJE (Ciudad-carretera-autovía) 45%-30%-25%

RIVALES Nissan Qashqai, Mitsubitshi ASX, SsangYong Tivoli, Suzuki Vitara, KIA Sportage, Mazda CX-3, Subaru XV, Fiat 500X, Jeep Renegade

FICHA SKODA YETI OUTDOOR 4X4 DSG

Cubicaje / Potencia1.968 cc / 150 CV
Par motor320 Nm entre 1.750 y 2.500 rpm
Caja de cambiosAutomática DSG de 6 velocidades.
Alimentacióndiesel common-rail de inyección directa
Longitud / Anchura / Altura4.222 / 1.793 / 1.671 mm
Distancia entre ejes2.578 mm
Maletero416 litros
Nº plazas5
Neumáticos del.
225/50 R17
Neumáticos tras.225/50 R17
Tracción4×4
Frenos delanterosDiscos ventilados
Frenos traserosDiscos
Aceleración 0-100 km/h9,9 seg
Velocidad máxima190 km/h limitada
Capacidad depósito carburante60 litros
Peso en orden de marcha1.535 kg
Emisiones CO2149 g/km
Consumos oficiales
Extraurbano6,3 l/ 100 Km
Urbano7,5 l/ 100 Km
Mixto7,5 l/ 100 Km
Norma de emisionesEuro6

Bien:

  • Espacio y habitabilidad
  • Calidad general percibida
  • Polivalencia como coche único

Menos bien:

  • DSG más lento de lo habitual
  • No entendemos el volante achatado en esta versión
  • Tracción 4×4 menos efectiva de lo esperado

Precio: 25.770 euros

 

oscargonzalez@revistadelmotor.es

 

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PRUEBA: SKODA YETI. Sencillamente funcional

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1 comment

  • Gracias por el artículo, buen trabajo. Coincido bastante en todo.
    Un saludo

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