Mark Webber fue el piloto encargado de llevar a meta el Porsche 919 Hybrid número 17 en las 6 horas de Bahréin para intentar coronarse como campeón del mundo de pilotos del WEC y ahora el piloto australiano habla de ese sufrido stint.
Durante las 6 horas de Bahréin, la última prueba del mundial 2015 del WEC, el Porsche 919 Hybrid número 17, que se jugaba el mundial de pilotos, sufrió más problemas que nunca a lo largo de la temporada. Primero tuvieron que meterlo en el garaje para hacerle una reparación que duró ocho minutos, un tiempo suficiente para que la carrera de este prototipo se viese condicionada.
Pese a que consiguió recuperar mucho terreno y poner a la cola de los LMP1, lo que le daba el mundial de pilotos, pero en la última hora de la carrera, Mark Webber encaraba el pit lane para que realizaran una nueva reparación a su Porsche. Esto añadió más tensión a un equipo que se lo estaba jugando todo y no dejaba de sufrir contratiempos. Pero finalmente Webber pudo llevar el 919 Hybrid hasta la meta y proclamarse campeón del mundo. Ahora, Webber explica cómo encaró ese último stint.
«Sabía cómo los chicos habían arreglado el primer problema y sabía que no lo hicieron con ingeniería normal de Porsche, por decirlo de alguna forma. Fue un arreglo rápido y los chicos [los mecánicos] hicieron un gran trabajo, fue impresionante», declaró Webber en Sportscar One. Webber afirma que su gran preocupación era que el Audi número 7, sus únicos rivales en la lucha por el mundial de pilotos, iban a ganar la carrera, pero de pronto el equipo le dijo que estaban quintos y que era suficiente. «No sabía que éramos quintos, no tenía ni idea pero me dijeron que era suficiente, simplemente había que seguir ahí», añade Webber.
«Simplemente estaba hablando al coche, diciéndole ‘¡vamos!’ No sonaba bien. No era una chica feliz, pero quiso seguir adelante hasta el final. Después, en la vuelta para regresar al pit lane, el coche dejó de funcionar casi por completo, ya no teníamos batería», afirma un Webber que pese a todo el sufrimiento en el interior del prototipo ya puede presumir de tener un campeonato del mundo.