Probamos el renovado Toyota Auris en la combinación que creemos puede ser más popular, el acabado Feel! con el motor híbrido, una combinación de equipamiento y tecnología dipuesta a seducirnos.
En el Salón del Automóvil de Ginebra conocimos por primera vez el renovado Toyota Auris. Un coche con numerosos cambios que buscaba replantear su fórmula en el mercado europeo y podríamos decir que lo ha conseguido. Pese a que los cambios estéticos no son enormes, son más que suficientes para que el nuevo Auris se vea en la calle como lo que es, un coche nuevo con un diseño más fresco.
Toyota ha adaptado la nueva imagen de marca en el frontal del Auris a través de los nuevos faros y la rediseñada parrilla. El paragolpes también ayuda a trasmitir esa sensación de novedad y, sobre todo, le da algo más de garra al frontal. Quizá detrás es donde podemos ver que los cambios son mucho más sutiles. Los pilotos han cambado su diseño interior mientras que el paragolpes, con un diseño algo bulboso, es nuevo.
Pero si de cambios tenemos que hablar, el interior es sin duda el que más modificaciones ha recibido y lo cierto es que la mayoría son bastante positivas. El diseño del salpicadero permanece prácticamente intacto pero sus materiales han sido considerablemente mejorados. Ahora encontramos más plásticos blandos y los que son duros son agradables al tacto mientras que los ajustes están bien rematados.
La pantalla que sirve para controlar el sistema ‘Toyota Touch & Go 2’ es táctil y tiene una superficie de 7 pulgadas. Los botones físicos que encontrábamos antes han sido sustituidos por unos capacitivos que, para ser sinceros, hay que acostumbrarse a ellos. Si bien en el plano estético son más agradables que unos físicos, desde el funcional nos topamos con unos botones que no siempre cumplían su función en el momento de pulsarlos, sino que había que insistir e incluso mover el dedo para que pudiésemos utilizar la funcionalidad que queríamos.
Los mandos de climatización también se han renovado con ocasión de este lavado de cara y la instrumentación ahora es mucho más vistosa, con dos esferas en forma de tubo y una pantalla TFT de 4,2 pulgadas entre ellas que ofrece información de todo tipo, desde datos del ordenador de viaje hasta aclaraciones del sistema híbrido o, simplemente, información del navegador o la velocidad en un formato digital.
Si hablamos del espacio interior hemos de decir que es uno de sus puntos fuertes. En su interior caben cuatro adultos como comodidad y en la plaza central trasera podría caber un niño sin mayores problemas. El maletero con sus 390 litros está en la media del segmento y es una capacidad que no merma en la versión híbrida que probamos. Eso sí, en el maletero nos encontramos con aspectos positivos y otros no tan positivos. Lo mejor, además de su capacidad, es la bandeja que nos permite dividir el maletero en dos y los diferentes portaobjetos que Toyota ha instalado en los laterales. Sin embargo esos portaobjetos estaban hechos de un plástico algo débil y su montaje no nos gustó dadas las holguras que presentaban.
Pero, ¿cómo es el Toyota Auris Hybrid en carretera? En líneas generales, si tuviésemos que definir este coche con una sola palabra ésta sería «neutro». El Auris Hybrid no se siente en carretera como un coche duro pero tampoco es blando, no tiene un comportamiento deportivo pero tampoco aburguesado, no emociona, pero tampoco aburre.
En ciudad el Toyota Auris Hybrid se nota que está en su entorno preferido. A bajas velocidades y con el motor eléctrico la suavidad y comodidad del Auris Hybrid salen a relucir y lo que es mejor, el consumo cero alegra a nuestro bolsillo. Pero los rigores de la ciudad pueden jugar en contra ya que si se es impaciente con el pedal del acelerador lograremos justo todo lo contrario, un motor de combustión funcionando a pleno pulmón con un motor eléctrico que, si está, es de apoyo.
En carretera la cosa cambia. A nivel de suspensión y chasis nos encontramos con un coche que responde bien y de hecho en carreteras algo reviradas estos elementos piden más de lo que les podemos dar con el conjunto motriz. No los podemos llevar a su zona de confort pero es algo que tampoco nos importa en este Auris Hybrid. Algo más nos importa el funcionamiento del conjunto híbrido.
El motor de combustión funciona bien, tiene la potencia justa y no es excesivamente ruidoso mientras que el motor eléctrico proporciona un empuje que se agradece pero en ocasiones no es suficiente. En otros coches hundir el pedal del acelerador da como resultado una entrega de potencia extra, pero en el Auris Hybrid el resultado es un motor de combustión muy revolucionado por culpa de una caja de cambios automática con sistema de engranaje planetario.
La respuesta del motor de combustión no es ni inmediata ni fulgurante y el intenso sonido del motor puede hacer que queramos dejar de acelerar, pero si necesitamos esa potencia, no podemos renunciar a acelerar. A ello hay que añadir que una de las esferas de la instrumentación no está dedicada a las revoluciones, sino que es un medidor que nos indica si estamos realizando una conducción ecológica, si se están cargando las baterías o si estamos pidiendo toda la potencia al motor. En este último caso vemos cómo la aguja se enciende de rojo y nos mira como una madre que niega con la cabeza y mira con desaprobación a su hijo. Así que si queremos fuertes acelerones tendremos que acostumbrarnos a ese motor revolucionado y a esa aguja que no nos quita la mirada de encima.
Pero vamos a ser justos. Es cierto que las carreteras de montaña no son el fuerte de este coche, pero en ciudad y en autovía o carreteras con una orografía benigna es donde comprobamos para qué está hecho este coche. A velocidad de crucero es muy suave y placentero y no es muy perezoso en los adelantamientos y, en caso de serlo, con pulsar el botón «PWR MODE» que hay detrás del selector de marcha, ya tenemos ese empuje extra que necesitábamos.
Si hablamos de consumos, lo cierto es que no es nada difícil lograr unas cifras contenidas pero si se abusa de ese botón «PWR MODE» y se opta por una conducción en la que el motor de combustión participa más de lo debido, podemos ver un consumo un tanto impropio de un vehículo híbrido. Pero si combinamos todo tipo de conducciones podemos lograr consumos en torno a los 4,5 l/100 km en autovía o carretera y de no más de 5 l/100 km en ciudad. Aunque como siempre, todo es relativo, ya que el consumo más bajo que llegamos a conseguir fue de 4,2 l/100 km tras un largo tramo de autovía en descenso mientras que en ciudad, abusando del acelerador, el consumo se nos disparó hasta los 6,5 l/100 km. Pero en condiciones normales el consumo oscila en torno a las cifras que hemos dicho más arriba.
Respecto a la toma de contacto que realizamos unos meses atrás, obtuvimos unos consumos algo más altos pero bien es cierto que la recorrido realizado en aquella vez fue por carreteras que cruzaban diferentes pueblos, por lo que la velocidad media no fue excesivamente alta. Respecto a dicha toma de contacto sí que vimos mejoras como la experimentada con el Avisador de Cambio Involuntario de Carril, un sistema que pertenece al Toyota Safety Sense.
Dicho asistente funcionó bien en todo momento, incluso con las líneas discontinuas que fue con las que experimentamos más problemas. Pero todo lo positivo de dicho sistema se contrapone a lo vivido con el Sistema de Reconocimiento de Señales de Tráfico. Su funcionamiento en verdad es óptimo, pero puede llegar a confundir. En varias ocasiones el sistema captó las señales de vías paralelas, vías de acceso o de salida de la autovía por lo que nos vimos circulando a 120 km/h en autovía con una señal de 50 km/h en la pantalla de la instrumentación. Obviamente no nos llevó a confusión pero sí creemos que es un punto en el que Toyota debería trabajar para futuros modelos.
En definitiva, el Toyota Auris Hybrid es un compacto realmente agradable, con un tacto correcto y un interior mejorado que juega como gran baza. La unidad que probamos era el acabado Feel!, un acabado que a tenor de su equipamiento nos parece el más adecuado ya que dispone de todo lo que podemos imaginar sin que por ello el precio se dispare, ya que el precio de esta unidad es de 21.650 euros. Si hablamos del motor, es cierto que requiere cierto tiempo de adaptación respecto a un gasolina o a un diésel, pero siempre que nos bajábamos de él nos preguntábamos, ¿quién necesita un diésel teniendo esta versión? Más suave y silenciosa y con unos consumos parejos creemos que quienes duden entre el diésel y el híbrido deberían optar por este último.
Ficha características.
Motor de combustión | Delantero transversal |
Distribución | Doble árboles de levas en la culata |
Número de cilindros | 4 en línea |
Válvulas por cilindro | 4 |
Alimentación | Inyección indirecta |
Cilindrada | 1.798 cc |
Potencia máxima | 99 CV a 5.200 rpm |
Par motor máximo | 142 Nm a 4.000 rpm |
Motor eléctrico | Delantero transversal |
Potencia máxima | 82 CV |
Par motor máximo | 207 Nm |
Capacidad | 1,31 kWh |
Potencia máxima combinada | 136 CV |
Caja de cambios | Automática con sistema de engranaje planetario |
Tracción | Delantera |
Suspensión delantera | Tipo McPherson con resorte helicoidal |
Suspensión trasera | Paralelogramo deformable con resorte helicoidal |
Frenos delanteros | Disco ventilado |
Frenos traseros | Disco |
Neumáticos | 225/45 R17 |
Dirección | Dirección de cremallera con asistencia eléctrica |
Diámetro de giro | 10,8 m |
Dimensiones | |
Largo | 4.330 mm |
Ancho | 1.760 mm |
Alto | 1.475 mm |
Distancia entre ejes | 2.600 mm |
Vía delantera | 1.515 mm |
Vía trasera | 1.505 mm |
Peso en marcha | 1.385 kg |
Numero de puertas | 5 |
Capacidad maletero | 360 litros |
Depósito combustible | 45 litros |
Prestaciones | |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Aceleración de 0 a 100 km/h | 10,9 segundos |
Consumo Urbano | 3,9 litros/100 km |
Consumo extraurbano | 3,9 litros/100 km |
Consumo medio | 3,9 litros/100 km |
Emisiones de CO2 | 91 g/km |
Control de emisiones | Euro 6 |
Carburante | Gasolina |
Hace un mes me compré un Auris híbrido 2016. Ya tiene 6000 Kms. Para los que quieran saber que gasta y como vá. Diré escuetamente: Por ciudad es imbatible en consumos y funciona perfectamente. En autovía y carretera, si no vas de competición, va bien, pero los consumos no bajan de 5,8 L/100Kms. Y no tienen el empuje de los diésel. No lo volvería a comprar.