El posicionamiento es un factor clave en la conducción autónoma.
Es una solución que evita los obstáculos y las malas condiciones climáticas a la hora de fijar el posicionamiento exacto de un vehículo y que se ha comenzado a probar en condiciones públicas en Göteborg.
Volvo ha completado un proyecto de investigación el uso de imanes en la carretera para ayudar al coche a determinar su posicionamiento preciso. La investigación, que ha sido financiada en cooperación estratégica con la Administración de Transporte de Suecia (Trafikverket), es una clave potencial para la implantación de los vehículos autónomos.
Un posicionamiento fiable y de alta precisión es una de las cuestiones cruciales en el desarrollo de vehículos autónomos. Si bien las tecnologías de posicionamiento establecidas, como el GPS y las cámaras tienen limitaciones en ciertas condiciones,los imanes integrados en la carretera no se verán afectados por obstáculos físicos y malas condiciones climáticas.
«Los imanes crean un carril invisible que allana el camino para que, literalmente, una imprecisión en el posicionamiento sea inferior a un decímetro. Hemos probado la tecnología en una variedad de velocidades y los resultados hasta ahora son prometedores», dice Jonas Ekmark, Líder de Seguridad Preventiva de Volvo.
Volvo es líder en un proyecto piloto a gran escala de conducción autónoma en el que 100 unidades equipadas con este sistema utilizarán las vías públicas en condiciones de conducción cotidianas en torno a la ciudad sueca de Gotemburgo.
«Nuestro objetivo es que el coche sea capaz de manejar la conducción por sí mismo. El posicionamiento preciso y fiable es un requisito previo y necesario para un coche autónomo», explica Jonas Ekmark, añadiendo que «es totalmente posible implantar los vehículos autónomos y sin cambios en la infraestructura actual. Sin embargo, esta tecnología añade posibilidades interesantes, como complemento de las marcas viales con imanes».
En paralelo con el potencial campo de la conducción autónoma, los imanes integrados en la carretera abren un gran número de otras posibilidades. Por ejemplo, al incluir el posicionamiento mediante imanes en los sistemas de seguridad preventiva se pueden evitar los accidentes por salida de la calzada.
A su vez, los imanes podrían facilitar la precisión del mantenimiento de las carreteras en invierno, lo que a su vez evitaría dañar los objetos cubiertos por la nieve, como las barreras y señales que hay junto a la carretera.
También existe la posibilidad de utilizar con más eficacia el espacio de la carretera, porque el posicionamiento preciso permitiría que los carriles fueran más estrechos.
El equipo de investigación de Volvo ha creado una pista de pruebas de 100 metros de largo en las instalaciones de pruebas de la compañía en Hällered, a las afueras de Gotemburgo, Suecia, donde se colocó un patrón de imanes de ferrita redondos (40 x 15 mm) 200 mm por debajo de la superficie de la calzada. Por supuesto, el vehículo de pruebas también se equipó con varios sensores de campo magnético.
El programa de investigación se ha diseñado para evaluar problemas cruciales, como la distancia de detección, fiabilidad, durabilidad, coste y el impacto en el mantenimiento de carreteras.
«Nuestra experiencia, hasta ahora, es que los imanes de ferrita son una solución eficiente, fiable y relativamente barata, tanto en lo que respecta a la infraestructura como a la tecnología de los sensores de a bordo. El siguiente paso es llevar a cabo pruebas en el tráfico de la vida real», explica Jonas Ekmark.
Claes Tingvall, Director de Seguridad de Tráfico en la Administración de Transporte de Suecia, está de acuerdo afirmando que «los resultados de las pruebas son muy interesantes, sobre todo porque añaden una mejora potencial de la seguridad y por sus ventajas para el desarrollo de vehículos autónomos. La implementación a gran escala de imanes en la calzada muy bien podría formar parte del objetivo de nuestro país de liderar una tecnología que contribuya a la movilidad sostenible».