Guinness rectifica y le devuelve el título.
Si el otro día informamos sobre que el Bugatti Veyron Super Sport ya no era el vehículo de producción más rápido del mundo, hoy tenemos que rectificar esa información.
Pero dicha justificación no ha sido un error nuestro, si no una rectificación de Guinness World Records. La organización ha reconocido que «un cambio en el límite de velocidad no altera el diseño fundamental del vehículo y su motor».
Por eso, Bugatti ya puede presumir, de forma oficial, que tiene el vehículo de producción más rápido del mundo, con una velocidad de 430,98 km/h, y el descapotable más rápido del mundo, con una velocidad máxima de 408,84 km/h.
Esto significa un nuevo y duro varapalo para Henessey. Con la retirada del récord a Bugatti pudo vislumbrar algo de luz al marcar una velocidad máxima de 426,7 km/h, más que suficiente para derrotar al SSC Ultimate Aero pero lejos del Bugatti Veyron Super Sport.