El nuevo Mercedes-Benz Clase E, sin lavafaros con los faros de LED

El fabricante argumenta que su eliminación reduce las emisiones de CO2 y los costes.

Costes y reducción de emisiones de CO2 son argumentos para comenzar a prescindir de un sistema en los faros con funciones completas de diodos ya que para estos no es obligatorio para la homologación.

Dos de los elementos obligatorios para la homologación de los sistemas de alumbrado por descarga de gas son el regulador automático del alcance del haz luminoso y el sistema de lavafaros, tal y como marca la normativa vigente según el Reglamento CEPE/ONU nº48.

El primero, porque cuando se modifica la altura del coche al suelo, por ejemplo al cargar nuestro coche, se eleva la parte delantera y se puede deslumbrar a los conductores que circulan en sentido contrario a nuestra marcha y, el segundo, porque al ser una luz fría, si los faros se helaran o estuvieran cubiertos con una capa de suciedad perderían toda o parte de las prescripciones del haz luminoso.

Pero, los faros integrales de LED presentan puntos a favor y en contra. Entre los puntos a favor, los diodos emisores de luz ofrecen la misma o mayor intensidad que los faros de descarga de gas xenón, son más eficientes porque sólo necesitan de un 20% de energía para ser transformada en luz manteniendo la intensidad de funcionamiento durante toda su vida útil (la durabilidad media es de 10.000 horas, cinco veces mayor que la de una lámpara de xenón), se puede dirigir el haz de luz de manera más fácil y suponen una menor fatiga para el ojo humano dado que su color es más cercano a la de la luz natural (la temperatura de color es de 5.500º K frente a los 6.500º K de la luz diurna y los 4.200º K de las lámparas de xenón).

En contra, son muy caros y producen una gran cantidad de calor cuando alcanzan su grado óptimo de funcionamiento, a pesar de que también emiten luz fría. Por ello, cuentan con ventiladores integrados que, mientras funcionan, se encargan de que el sistema no se vea afectado.

La normativa no ha cambiado y por ahora el montaje de lavafaros afecta a los faros que incorporen fuentes de luz con lámparas de descarga de gas, que no es el caso de los diodos, que no son lámparas. Por lo tanto, la reglamentación actual sobre la obligatoriedad de la instalación de lavafaros no afecta a este sistema de iluminación, por lo que, mientras la Comisión Europea no diga lo contrario en forma de cambio de la reglamentación, no son necesarios los lavafaros, aunque se mantiene el uso obligatorio del regulador automático de alcance, ya que esta exigencia afecta a todo tipo de alumbrado de cruce y carretera.

Se nos antoja que este tema traerá cola, ya que otros fabricantes con sistemas similares con todas las funciones equipadas por diodos, están poniendo lavafaros. Los faros de diodos se ensucian igual que los de xenon, así que sospechamos que la Comisión no tardará en regular este vacío legal que ha aprovechado Mercedes-Benz para reducir las emisiones, probablemente para cumplir con el tramo más alto de los 120 gr/km. Lo veremos cuando tengamos las fichas técnicas del nuevo Clase E.

En Mercedes-Benz, el argumento que justifica la ausencia de este sistema es que «la eliminación del sistema de limpieza de faros no solo representa un ahorro en los costes, sino también de peso porque, con el depósito lleno hasta 6 kg, la reducción en las emisiones de CO2 son de, aproximadamente, 0,5 gr/km. Por lo tanto, hemos decidido renunciar al sistema lavafaros en términos de ofrecer un funcionamiento más sostenible, ecológico y económico del vehículo. Era la hora de hacerlo y la nueva gama Clase E, solo el berlina y familiar Estate, serán los primeros modelos en no disponer de este sistema».